El gobierno de Estados Unidos decidió retirar a 15 diplomáticos de la embajada de Cuba tras los misteriosos ataques acústicos que sufrieron funcionarios estadounidenses en la isla.
El mandatario de EE.UU., Donald Trump pidió al régimen de Raúl Castro que retire a casi dos tercios de su cuerpo diplomático de suelo norteamericano.
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El Departamento de Estado anunció la expulsión como “reciprocidad” por la retirada estadounidense de La Habana.
JUST IN: US orders departure of 15 Cuban diplomats from Embassy in DC amid investigation into health attacks on US personnel in Cuba. pic.twitter.com/VJWpq0xtqo
— ABC News (@ABC) October 3, 2017
El Departamento de Estado proporcionó al Gobierno cubano “una lista” de funcionarios que deben salir del país en un plazo de siete días, explicó a periodistas un funcionario del Departamento de Estado, quien informó que la cifra de estadounidenses afectados por los misteriosos ataques se ha elevado de 21 a 22.
Una serie de misteriosos ataques “sónicos” comenzó hace meses y afectó al menos a 25 individuos del personal de Estados Unidos. Los agentes de inteligencia estadounidenses fueron los primeros del personal en haber sido afectados.
Aunque Estados Unidos no ha acusado a Cuba de estar detrás de los incidentes, ha advertido reiteradamente que La Habana es responsable de la seguridad de los diplomáticos extranjeros; esto, bajo la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.
La decisión del Departamento de Estado se produce tras días de presión por parte de algunos legisladores estadounidenses para expulsar personal diplomático cubano después de que la Casa Blanca retiró a los estadounidenses de La Habana y emitiera una advertencia de viaje.
La solicitud de Estados Unidos representa otro importante revés a las relaciones entre ambas naciones, que apenas habían retomado nexos diplomáticos después de medio siglo de hostilidades.
Cuba ha negado estar involucrado en los ataques y aunque pudiera considerarlo como una represalia injustificada, los funcionarios estadounidenses afirmaron que el objetivo no es sancionar a la isla, sino asegurarse de que ambos países cuenten con el mismo número de diplomáticos en las respectivas capitales.
Todo surgió luego de que Estados Unidos diera a conocer que miembros de su cuerpo diplomático en La Habana sufrieron ataques acústicos que dejaron graves daños cerebrales en las víctimas. Algunos sufren de traumatismo cerebral leve, conocido como conmoción, y otros sufrieron de pérdida auditiva permanente.
Los investigadores han puesto a prueba varias teorías sobre un ataque intencional, ya sea por parte del gobierno cubano, una facción disidente de sus fuerzas de seguridad, una tercera nación, o una combinación de todas las opciones anteriores.
Fuentes: El Comercio; El Nuevo Herald