En esta oportunidad les traigo el seguimiento de lo que sufre una familia entera cuando el régimen castrista la consagra como su enemigo. Anoche, 29 de septiembre, la adolescente de 12 años de edad Yanet Rosabal, quien reside en el municipio de Pilón, en la provincia oriental de Granma, se envenenó para intentar quitarse la vida como consecuencia de meses de acoso de la policía y funcionarios de la vivienda.
Miembros del régimen se presentaron en la casa de Yanet para exigirle a su familia, una vez más, que deje el lugar. Es decir, tienen una orden de desalojo en su contra. El caso es que el padre de Yanet, Omar Rosabal Sotomayor, fue sancionado con 8 años de privación de libertad por un delito de proxenetismo y trata de personas, el cual no solo no ha sido demostrado, sino que existen testigos de la falsedad de la acusación. Actualmente, se encuentra pendiente del resultado del último recurso legal que le queda para demostrar nuevamente su inocencia. Hace un año y medio que ha fue privado de su libertad.
En el lugar que el régimen pretende desalojar, con el objetivo de castigar a una familia entera por los supuestos crímenes de uno de sus integrantes, funciona una casa de turismo. Es un negocio próspero, dentro de lo posible en Cuba, claro está. Tienen una modesta página web, un blog, donde promocionan su negocio: La Casa de Omar. Ahí alquilan habitaciones para turistas. Acorde crecía el negocio y mejoraban las condiciones de vida de la familia, empezaron las denuncias por parte de los vecinos.
Sépanlo, señores, bajo un régimen socialista la ambición personal de un individuo —por el bien de su familia— es mal vista. La primera y única motivación del “hombre nuevo” del socialismo es estar al servicio de la revolución. Con lo cual, la conducta de amor levantó sospechas entre sus vecinos. No olvidemos que en la dictadura castrista existen brigadas al servicio del partido que denuncian comportamientos considerados irregulares. Entonces llegó a los oídos del régimen que alguien no vivía en la miseria que exige el socialismo, bajo el cuento de la igualdad. Había una familia que supo usar lo que tenía para vivir mejor; pero eso es denunciable.
Fue así como ante la incapacidad de prueba de delito, se fabricó uno. Denunciaron que el propietario de la vivienda producía dinero por medio del proxenetismo y la trata de personas. Creerán ustedes que tener testigos a su favor, honrando la verdad, ayudaría a lograr la libertad de este padre de familia que pone en uso su casa para generar ingresos adicionales, pero no. Los testigos que avalaron la honestidad de Omar también fueron sancionados.
Como verán, en Cuba no solo no hay justicia, sino que esa injusticia que abunda logra que una injuria afecte no solo al injuriado, también a su familia entera, amenazando con dejar sin casa y sin su medio de subsistencia a quienes habitan dentro de esa casa.
Pueden ver el testimonio donde nos cuenta la madre de Omar, el detenido, a su vez abuela de Yaneta, la niña de 12 años que se intentó quitar la vida hace apenas horas al saber que el mismo Gobierno que le dejó sin padre le quiso dejar sin techo, cómo el régimen ha ignorado por completo los enormes aportes que su familia le ha hecho a la revolución. Pues su propia madre fue cocinera de Fidel en la Sierra Maestra, donde dedicó 3 años de su vida, y su esposo, Argelio Rosabal, padre de Omar, ayudó a los expedicionarios del Granma (una embarcación que transportó a Fidel Castro, Ramiro Valdés, el Che Guevara, entre otros), el yate que transportó a quienes pusieron en marcha la revolución Castrista.
Anoche, al igual que en mayo —cuando se filmó el testimonio— la policía del regímen entró de manera forzosa a la casa de los Rosabal. En una instancia previa, la niña, Yanet, amenazó que si volvían e intentaban sacarle de su casa se quitaría la vida, y así lo intentó. Apenas irrumpieron las fuerzas del Estado su hogar, se envenenó. La joven Yanet fue enviada de urgencia al hospital de Pilón, y debido a que este no cuenta con los equipos necesarios para su tratamiento fue trasladada de urgencia para el Hospital de Manzanillo.
Este no es un caso aislado, existe ya un documental llamado Prisioneros políticos en Cuba. Avatares de la familia donde pueden conocer de cerca lo que sucede cuando un cubano tiene una “conducta inadecuada”, algo tan simple como montarse su propio negocio; ni se diga si dice algo contra el régimen, el escarmiento es inmediato. Sucede a nivel estatal y también social.
Una vez que te marcan como enemigo, tu familia entera queda marcada también. Entre los afectados están los niños, pues son tratado como hijos de los enemigos del pueblo y la presión ejercida sobre ellos para exculpar dicha culpa es enorme. Tanto que apenas entrando a la adolescencia, niños como Yanet, están dispuestos a quitarse la vida cuando esta recién empieza. Pero es que en Cuba la vida es eso, obedecer o perecer.
Por eso, por medio de este escrito acuso al Gobierno cubano por lo que pueda sucederle a la joven Yanet, quien atentó contra su vida, lo único que aún le pertenece bajo un régimen que le quitó a su padre y ahora pretende quitarle su casa y el medio de subsistencia de lo que queda de su familia. Mientras escribo estas letras, me llega la noticia de que Yanet está grave —peor de lo que se creía—. Espero tener novedades cuanto antes, para poder ponerlos al tanto.
Mamela Fiallo Flor contribuyó con la elaboración este reportaje.