“Con la especulación y el acaparamiento se ataca a los bolsillos de los venezolanos”, así lo afirmó el ministro de Planificación, Ricardo Menéndez, en relación con una supuesta “Guerra Económica” de la cual acusan a los empresarios en ese país. Sin embargo, el ministro omitió que en el estado Carabobo el nuevo gobernador chavista, Rafael Lacava, confiscó alrededor de 20 galpones repletos de alimentos a su predecesor, también oficialista, Francisco Ameliach.
No solo en la oposición venezolana hay disputas y fracturas, al interior del chavismo también hay una fuerte riña por el poder. El gobernador Lacava le arrebató a Ameliach toneladas de comida pertenecientes a los combos de alimentos CLAP con los que el régimen chantajea a los venezolanos.
Este miércoles el exgobernador del estado Carabobo, Francisco Ameliach, denunció que funcionarios de la Policía irrumpieron “arbitrariamente” en la Sala Situacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en Valencia, lugar en el que tiene sus oficinas. Para sorpresa de todos, lo que encontraron en el lugar fue la existencia de toneladas de comida que presuntamente tenían acaparadas.
Dicha comida estaba a cargo de la comercializadora Alimentos Carabobo C. A. (Alimca), encargada del embalaje de los alimentos que posteriormente son repartidos por los Consejos Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) en las comunidades.
Francisco Ameliach, quien ahora es miembro de la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente, dijo en principio que se trataba de una agresión, pero no ha hecho mención alguna sobre el hallazgo.
“Comida almacenada que debe salir ya para la calle antes de que se eche a perder. ¡A moverse!”, escribió en un tuit Lacava, al que acompañó con una fotografía en las que se muestran centenares de productos.
#FOTOS Alrededor de 20 galpones repletos de alimentos le decomisó Lacava a Ex Gobernador Ameliach. (Por eso estaba desesperado) pic.twitter.com/rwBalkMlAz
— Andrews Abreu (@AndrewsAbreu) November 3, 2017
“Estas son las oficinas del Psuv en Carabobo donde el ‘constituyente‘ Ameliach tienes sus oficinas a las que entró ‘arbitrariamente‘ la policía. Cuánto costarán esas pequeñas oficinas? Cuánto habrá de comida? Esto es o no acaparamiento y especulación?”, cuestionó la periodista Nitu Pérez Osuna a través de Twitter.
Pero el descaro y la hipocresía chavista en Venezuela copa niveles extraordinarios. Mientras el régimen de Nicolás Maduro apresa a tres hombres por robar sacos de verduras para comer, en el caso de los galpones chavistas y las toneladas de comida acaparada no hay responsables detenidos.
Mientras los rojos tienen acaparado galpones llenos de comida y medicina, la guardia mete preso a 3 hombres por robar 2 sacos de ocumo. pic.twitter.com/SWSqNkUj50
— Andrews Abreu (@AndrewsAbreu) November 3, 2017
Esta es una evidencia más de cómo el régimen de Maduro “juega” con el hambre del pueblo. Por un lado habla de una “guerra económica” inexistente, y por el otro tiene miles de toneladas de alimentos acaparados para usarlos para su propio beneficio, mientras centenares de venezolanos hurgan en la basura.
La crisis por comida es tan grave que la organización humanitaria de la Iglesia católica, Caritas, prevé que alrededor de 300.000 niños corren el riesgo de morir por desnutrición en Venezuela.
Pero el hallazgo del acaparamiento de comida por parte del chavismo, y su división interna por pugnas de poder no son las únicas noticias. Detrás de estas cajas de alimentos CLAP, con las que el régimen chantajea a los venezolanos, también hay un sobreprecio de un 112 % que empobrece a los más pobres y enriquece al oficialismo.
El pasado primero de agosto, el diario mexicano Excelsior publicó un reportaje en el que asegura que Group Grand Limited, empresa vinculada a Maduro y a otrosintegrantes del chavismo, vende alimentos en Venezuela con un sobreprecio de hasta 112 %.
“De acuerdo con el mexicano Sistema de Información Arancelaria Vía Internet, el gobierno sudamericano pagó a empresas que operan en México 16 dólares por 11 productos básicos que después revendió en paquetes a un costo de 34 dólares”.
Según Excelsior, esta información se puede obtener del precio reflejado en las facturas a través del Sistema de Información Arancelaria Vía Internet.