EnglishEl gobierno regional de Roraima en Brasil declaró estado de “emergencia social” tras la migración masiva de venezolanos que se ha dado en la región en los últimos meses.
El estado amazónico ubicado en la frontera con Venezuela anunció el aumento del flujo migratorio de extranjeros del país vecino y anunció que una gran cantidad de ellos carece de sustento económico para poder mantenerse.
El decreto firmado por la gobernadora Suely Campos califica de “intenso” el proceso de migración y detalla que el estado ha recibido al menos 30.000 venezolanos en los últimos dos años.
La “emergencia social” fue publicada en el Diario Oficial de Roraima, pero fue este jueves 7 de diciembre cuando se conoció a través de las diferentes secretarías de la gobernación; las cuales informaron sobre las diferentes tareas que les fueron encomendadas para atender la crisis.
Con la medida, las secretarías buscarán ofrecerle diferentes servicios a los exiliados que buscan refugio ante la grave crisis en Venezuela.
El decreto señala que el éxodo masivo “ha generado serias dificultades entre los equipos encargados de darles apoyo logístico (recepción y acogimiento) en la frontera”, y menciona riesgos a la salud y a la seguridad tanto de los inmigrantes como de los brasileños.
Campos recordó que Roraima recibió esta semana de la Organización Panamericana de la Salud (Odepa) una tercera alerta epidemiológica por la posibilidad de que, como consecuencia de la migración, la región se vea afectada por el brote de sarampión que afecta desde hace seis meses al estado venezolano de Bolívar, en donde han sido confirmados 38 casos de la enfermedad.
En Brasil, los venezolanos han sido acomodados precariamente en algunos centros de abrigo abiertos en ciudades como Paracaima y Boa Vista. El primero de ellos, abierto en la ciudad fronteriza de Paracaima, tiene capacidad para cerca de 150 personas, pero actualmente atiende a unos 500 venezolanos.
En octubre de 2016, la gobernación de Roraima en Brasil decidió crear un “gabinete de emergencia” para lidiar con la movilización de los miles de venezolanos. Para esa oportunidad las autoridades estimaban más de 30.000 personas.
Y es que Según el Comité Nacional de Refugiados (Conare), la cifra de venezolanos que han solicitado refugio en Brasil se ha duplicado, y actualmente el país regido por Nicolás Maduro lidera la lista de solicitudes.
En comparación con el año pasado, la cifra se ha duplicado, padeciendo un aumento del 102 %. En los primeros siete meses de 2016 se presentaron 3.375 solicitudes de asilo de venezolanos en Brasil. Durante el mismo período de este año el número ascendió a 6.823 peticiones.
Cabe destacar que en marzo de 2017, el gobierno de Brasil anunció la residencia temporal para los venezolanos que huyen de la crisis.
La resolución permite regularizar el estatus migratorio de ciudadanos de Venezuela, Guyana y Surinam con documentación e información básica que comprueba, entre otras cosas, que no tengan antecedentes penales.
La resolución estará vigente durante un año y existe la opción de que sea prorrogable. La decisión atiende un pedido de la fiscalía y organizaciones de derechos humanos para auxiliar a los miles de venezolanos que han ingresado a Brasil por el estado de Roraima en el último año huyendo de la crisis.
Alertan estampida migratoria
Tanto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como la ONG Amnistía Internacional han advertido que el éxodo de venezolanos se disparó 2.889% solo entre 2012 y 2015, situación que ha empeorado por el alto costo de la vida en el país suramericano.
Cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), revelan que las solicitudes de asilo de venezolanos en todo el mundo llegaron a 34.000 en 2016; número superado en 2017; llegó a 39.000.
En su columna publicada en el diario estadounidense El Nuevo Herald, el periodista Andrés Oppenheimer afirmó que funcionarios estadounidenses y latinoamericanos temen una situación parecida a la de Siria, en la que millones de venezolanos más huirán a otros países latinoamericanos, al igual que refugiados sirios que han “inundado Europa”.
Oppenheimer hace un llamado a seguir presionando al régimen de Nicolás Maduro con sanciones que permitan un cambio de rumbo en Venezuela, y advierte que de no hacerlo habrá una “crisis de refugiados mayor a la que ya existe”.
“América Latina debería lo antes posible presionar a Maduro congelando los fondos de funcionarios venezolanos y revocando sus visas y las de sus familiares, hasta que Venezuela permita que las elecciones presidenciales de 2018 se realicen con un tribunal electoral independiente, observadores internacionales creíbles y sin prohibir la participación de líderes opositores”; señaló.