El sábado pasado se reunieron los países del G7 para hablar, entre otras cosas, de comercio internacional. Donald Trump dejó claro después de esa reunión que es un defensor del libre comercio.
Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia, Japón y Alemania, firmaron un acuerdo en el que se comprometían a trabajar para reducir las barreras comerciales, arancelarias y no arancelarias, como los subsidios. También señalaban la necesidad de un “comercio libre y mutuamente beneficioso”, y la importancia de combatir el proteccionismo.
La decisión de Trump de quitarle el apoyo al documento final de la cumbre del G7 se produjo cuando el encuentro había sido cerrado y se había publicado el supuesto éxito de la cumbre en diferentes medios de comunicación.
En sus declaraciones, a la salida de la reunión, Trump señaló que había propuesto a sus socios la eliminación de las barreras al comercio. “Ni aranceles, ni barreras. Así es cómo debería ser. Y tampoco subsidios”, dijo textualmente. Lo cual emocionó a los liberales del mundo.
Ahora bien, el mandatario estadounidense abandonó la reunión antes de su culminación para viajar a Singapur, donde hoy se reunió con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un.
Cuando se retiraba del evento, se enteró de las declaraciones del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien dijo que seguiría adelante con las contramedidas para responder a los aranceles impuestos por Estados Unidos y aseguró que consideraba “insultante” que ese país invocara razones de seguridad nacional para justificar los aranceles a las importaciones procedentes de su país.
Ante estas declaraciones, Trump comunicó a través de su cuenta de twitter lo siguiente :
“Basado en las falsas declaraciones de Justin en su rueda de prensa y el hecho de que Canadá está imponiendo fuertes aranceles a nuestros granjeros, trabajadores y empresas, he ordenado a nuestros representantes no respaldar el comunicado, mientras revisamos los aranceles sobre los vehículos que inundan el mercado estadounidense”.
También resaltó Trump que el primer ministro de Canadá, actuó de forma “mansa y moderada” durante las reuniones en el G7, para luego dar una rueda de prensa diciendo que ‘los aranceles de Estados Unidos eran una especie de insulto’. Por lo que lo calificó de “deshonesto y débil”, añadiendo que los aranceles de EE. UU son una respuesta a cosas como el 270 % de aranceles a los lácteos estadounidenses que mantiene Canadá.
A quienes abogamos por un comercio libre no nos queda más que esperar que en este caso, como parece que sucede con el asunto de Corea del Norte, la estrategia de Trump funcione, y que consiga presionar a los líderes del mundo para que todos bajen aranceles y eliminen cualquier tipo de barrera al comercio internacional.
En la Noticia del Día comentamos lo ocurrido en la cumbre del G7, la importancia de las declaraciones de Trump y la estrategia que usa para presionar a otros países a eliminar aranceles y a avanzar hacia un comercio más libre.