El líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, murió y el mundo se pregunta si la violación de derechos humanos continuarán en el país.
Desde que Castro llegó al poder las denuncias por violación a los derechos humanos no pararon en todos los años que el presidente fallecido se mantuvo en el poder.
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La prensa estadounidense anunció la muerte del líder cubano recordándolo como “el hombre que retó a Washington“.
“Fue tan repudiado como amado (Fidel Castro). Estuvo entre los líderes más represivos del mundo, un presidente vitalicio que prohibió la libertad de expresión, la libertad de asociación y la libertad de prensa, y encarceló a miles de oponentes políticos”, resaltó The Washington Post.
La Organización de Estados Americanos (OEA), Amnistía Internacional y Human Rights Watch son apenas algunos de los organismos internacionales que se han dedicado a advertir sobre la terrible dictadura que vive la isla caribeña.
La “falta de libertad de expresión, persecuciones políticas, y detenciones arbitrarias” son algunas de las violaciones sobre las cuales se ha alertado año tras año en Cuba.
Desde 1962, en plena Guerra Fría, Cuba fue suspendida de la OEA por el vínculo entre Fidel Castro y las naciones del bloque chino-soviético. Ese mismo año, Estados Unidos impuso el bloqueo comercial sobre la isla.
Años más tarde (2009) Cuba fue aceptada nuevamente en la OEA, sin embargo, Fidel Castro siempre se mostró crítico ante el organismo y lo acusaba de estar dominado por los intereses del gobierno estadounidense.
El año siguiente, el pupilo de Castro, Hugo Chávez, expresidente de Venezuela, creó la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), como alternativa a la OEA, pero este organismo no integraría a dos de los países norteamericanos (EE. UU. y Canadá).
El organismo que supuestamente instó a “fortalecer las democracias y los derechos humanos para todos”, según indicó el mandatario de la isla durante la presidencia Pro tempore del del organismo, fue muy criticado debido a que los detractores del régimen cubano sostienen que precisamente, en Cuba no hay elecciones libres, partidos políticos ni medios independientes desde hace más de medio siglo.
La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación, una organización de derechos humanos independiente que el gobierno considera ilegal, recibió más de 3600 denuncias de detenciones arbitrarias solo entre enero y septiembre de 2013.
“El gobierno cubano continúa reprimiendo a personas y grupos que critican al gobierno o reivindican derechos humanos fundamentales. Los funcionarios aplican una variedad de tácticas para castigar el disenso e infundir temor entre la población, incluidas golpizas, actos de repudio, despidos y amenazas de largas penas de prisión. En los últimos años se incrementó vertiginosamente la cantidad de detenciones arbitrarias por períodos breves, que impiden que defensores de derechos humanos, periodistas independientes y otras personas puedan reunirse o trasladarse libremente”, denunció el último informe de Human Rights, de enero de 2014.
The New York Times destacó hoy entre sus noticias que Castro pasará a la historia como el apóstol de la revolución que trajo la Guerra Fría al hemisferio occidental.
“Desplegó su poder como un tirano, controlando todos los aspectos de la existencia de la isla. Pero fue más que represión y miedo lo que mantuvo a su gobierno totalitario en el poder por tanto tiempo”, añadió el diario.
Las represiones no han cesado en todos estos años de gobierno, la dictadura ha continuado, y a pesar del deshielo entre Cuba y EE. UU., promovido por el aún mandatario del país norteamericano, Barack Obama, las violaciones de derechos humanos se mantienen. La isla y el mundo está a la espera de las próximas acciones que se tomarán en el país caribeño, ya que la historia de Cuba podría cambiar.
La oposición cubana ha denunciado como el deshielo con Estados Unidos ha afectado a los ciudadanos de la isla, por el aumento de la represión por parte del régimen cubano. Según cifras de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, en los dos últimos años del “deshielo”, las autoridades cubanas han realizado 17.741 detenciones arbitrarias a activistas y opositores.
“La represión ha aumentado muchísimo, ahí están todas las estadísticas pero también está la forma de la represión que no recoge la estadística. No es lo mismo un arresto temporal que un arresto violento, con golpes. La seguridad del Estado está mucho más violento, el acoso es mucho mayor” contó el coordinador del Foro por los Derechos y Libertades, Foro por los Derechos y Libertades.
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Algunos líderes mundiales no han perdido esta oportunidad, y se han manifestado tras la muerte de Castro y lo calificaron de dictador y opresor.
Entre ellos está Esperanza Aguirre y Donald Trump. La primera, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, aseguró que el balance de Fidel Castro en Cuba es “58 años de dictadura criminal y un país arruinado y desmoralizado”. “Dos millones de exiliados, miles de asesinatos, 58 años de dictadura criminal, un país arruinado y desmoralizado” comentó. Por su parte, Trump, por medio de un comunicado lo catalogó como dictador y opresor.
Fuente: La Nación; El Universal; Ecodiario.