“Por una parte (AMLO) se reúne con Al Gore pero por la otra, tiene la producción de combustibles fósiles(…) , yo diría que es un juego de hipocresía”, comentó a PanAm Post el analista político Gerardo Enrique Garibay.
El candidato presidencial izquierdista de México Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sostuvo un breve encuentro con el exvicepresidente estadounidense Al Gore, en el que ambos se comprometieron a trabajar juntos “para promover el desarrollo de energías renovables como opción ecológica”.
Muy bueno el encuentro con Al Gore. Hicimos el compromiso de trabajar juntos para promover el desarrollo de energías renovables (solar, eólicas e hidráulicas) como opción ecológica y frente al cambio climático. pic.twitter.com/Tg4nDrcYCE
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) March 23, 2018
Sin embargo, lo que podría ser un amigable e inofensivo acuerdo, podría tener en realidad muchas implicaciones políticas; ante esto, PanAm Post contactó al analista político Gerardo Enrique Garibay Camarena para comprender lo que podría significar para México una unión de ambos líderes.
Comprar estrategias de Al Gore significa menor libertad económica
El experto en política señaló que para él es una jugada política que resulta “inteligente”, ya que para muchos Al Gore “es una buena persona, una idea positiva”, ser el que hizo el documental sobre el deshielo de los polos,Una Verdad Incómoda.
Al Gore “creó un discurso que le caía bien a los hipsters y a los millennials y se los vendió aunque ni siquiera se toma la molestia de cumplirlos”; “la mayoría de la gente no sabe” que aún siendo uno de los voceros sobre el cambio climático más reconocidos del mundo, Gore “es una persona que usa el cambio climático como pretexto para ganar dinero”: “vendió su canal de televisión a una potencia petrolera”, realiza constantes viajes en avión y en un año consume en la mansión en la que vive suficiente energía eléctrica para abastecer a una familia promedio a lo largo de 21 años.
De acuerdo a Garibay, es necesario entender que aún cuando AMLO llegara a ser fiel a las propuestas ambientales que Gore no predica, los resultados no serían positivos para el país ya que esto “implicaría detener el avance de la industrialización que está generando mejores empleos y más oportunidades de vida para personas en buena parte del país, en donde la economía se está desarrollando”.
“Aceptar el evangelio de Al Gore sería necesariamente mayores impuestos, implicaría generar más desempleo y mayor control del Gobierno sobre la economía”, aseveró.
Sin embargo, para el analista político, AMLO en realidad no aplicará realmente ninguna de las propuestas de Gore ya que iría en contra de sus propuestas de campaña.
Encuentro con Gore, solo “un juego de hipocresía” para mantenerse en las noticias
Garibay resalta que la reunión de López Obrador con el profeta del ambientalismo es solo una jugada política que utilizan los candidatos presidenciales para mantenerse “de algún modo en las noticias sin hacer campaña”.
“Tenemos una legislación electoral que es completamente disfuncional en la cual se inventaron un período que se llama de intercampaña, que es un período entre la precampaña y la campaña en el que los candidatos no pueden pagar anuncios y no pueden hacer campaña como tal, entonces (…) recurren a reunirse con personalidades”, explicó, aunque resaltó que la intención es “tener diálogos con figuras internacionales” que estrechen ideologías políticas económicas y/o sociales.
“El tema del cambio climático es un concepto que en México todo el mundo apoya aunque nadie lo entienda, es como hablar de proteger a los cachorritos, en el electorado cae bien aunque la gente no sepa que es lo que implica”, dijo agregando que a pesar de la imagen que quiere proyectar Obrador, su ideología “esta mucho más atada al tema del petróleo como símbolo y como mecanismo que puede explotar.
“Por una parte (AMLO) se reúne con Al Gore pero por la otra, tiene la producción de combustibles fósiles como uno de los principales pilares de su campaña, Obrador está diciendo que se van a hacer dos o tres refinerías durante su gestión; entonces, yo diría que es un juego de hipocresía”.
“Hay una enorme incongruencia en los planteamientos de AMLO, su enfoque en el tema petrolero y ahora su reunión con Al Gore; pero no es solo en este tema, con el nuevo aeropuerto de México un día dice que lo va a cancelar y al otro día dice que no, la reforma energética un día dice que la va a cancelar y otra que no por completo, entonces…estamos ante un candidato que no tiene una visión concreta de que es lo que quiere hacer y que por lo tanto es una incógnita, y eso es incluso más peligroso”, dijo.
Reunión entre AMLO y Al Gore, una bofetada a Trump
Obrador y sus cercanías a otros izquierdistas evidencian el tipo de Gobierno que tendría si llegara a montarse en el poder, no solo por las políticas nacionales que podría implementar sino también por las internacionales.
Las reuniones del candidato presidencial con personajes prochavistas como Noam Chomsky y ahora, el encuentro con el exvicepresidente estadounidense, opositor a Trump, deja entrever el tipo de relación que Obredor tendría con EE. UU.
“Obrador tiene una visión muy obtusa y peligrosa respecto a las relaciones con Estados Unidos” y reunirse con alguien que vende la idea de que México “va a poder salir adelante sin EE.UU.” es una señal de que AMLO usaría una política de confrontación con Trump.
Sin embargo, Garibay recuerda que “si en México no tenemos una buena relación con nuestro principal socio comercial al que le vendemos el 80% de nuestras exportaciones y al que le compramos el 80% de nuestras importaciones, el país va a estar en serios problemas”,
“Un escenario en el que Obrador llegue a la presidencia teniendo (…) nos pondría en una situación quizás no directamente como la situación de Venezuela pero sí bastante parecida; nos pondría en una situación de regresión”, reflexiona el experto.
“Estamos ante un candidato que no tiene una visión concreta de qué es lo que quiere hacer y que por lo tanto es una incógnita, y eso es incluso más peligroso. Ojalá que la sociedad entienda el peligro a tiempo y lo detenga con el voto para no estar después sufriendo como lo sufrieron en Argentina con Kirchner o como lo siguen sufriendo los venezolanos”, concluyó.
Este artículo contó con la colaboración de Mamela Fiallo