Este jueves 7 de junio se cumplen 50 días de una grave crisis sociopolítica en Nicaragua que ha dejado al menos 127 fallecidos y más de 1.200 heridos confirmados, según cifras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Sin embargo, a esta cifra habría que sumar otro muerto más en Monimbó y tres en Chinandega (incluyendo otro niño de 15 años), de acuerdo con reportes de la BBC.
Lo que comenzó como pequeñas protestas en contra de unas fallidas reformas de seguridad social, se ha transformado en un reclamo nacional por la renuncia de Daniel Ortega y sus secuaces.
Considerando el tamaño de la población, 131 muertos en #Nicaragua equivalen a 1.330 en Reino Unido, 6.531 en EE.UU., 28.292 en China o 647 en Venezuela. En 50 días! https://t.co/IvPSmFomaa
— Arturo Wallace (@bbc_wallace) June 7, 2018
El abuso de poder, las ejecuciones extrajudiciales y la corrupción del régimen han despertado a los nicaragüenses y a la comunidad internacional.
“Ortega está quedándose solo en muchos sentidos”, comentó hace unos días Luis Carrión Cruz, uno de los nueve comandantes originales de la Revolución Sandinista.
Renuncian 200 agentes antimotines
En Nicaragua son cada vez son los que deciden darle la espalda a Ortega y condenar las acciones del Gobierno autoritario: la iglesia católica, la sociedad civil, el ejército, antiguos sandinistas e importantes empresarios; cada uno ha puesto su grano de arena para ejercer más presión sobre Ortega.
Ahora, inclusive 200 agentes antimotines han decidido retirarse de las filas de la Policía Nacional de Nicaragua (fuerza de choque más utilizada por el Gobierno), debido a que se niegan a seguir reprimiendo a la población.
Según la organización no gubernamental Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), además de los antimotines,ya han presentado la renuncia otros 60 oficiales incluyendo al agente cuyo hijo murió por un disparo de la Policía.
Oposición programa gran paro nacional
Más del 70% de las vías vehiculares de todo el país están bloqueadas por la sociedad civil, comerciantes del mercado más grande de Nicaragua (Mercado Oriental) se han declarado en desobediencia civil y el Consejo Superior de la Empresa Privada (uno de los principales pilares del régimen) ha decidido unirse para exigir medidas “urgentes”que acaben con la crisis.
Asimismo, distintas organizaciones sociales en conjunto con la coalición estudiantil, buscan aumentar la presión con un paro que, aunque afectaría tanto a empresas como a trabajadores, podría significar la estocada final para el Gobierno.
Aumenta presión internacional
La organización global Amnistía Internacional, el Parlamento Europeo, la Organización de Estados Americanos (OEA) y hasta las Naciones Unidas (ONU) se han manifestado condenando los terribles actos de violencia.
Poco a poco cada país ha ido manifestándose, pero Estados Unidos ha sido uno de los que más presión ha ejercido. El gobierno norteamerciano no solo fue el que solicitó ante la Asamblea General de la OEA que se tratara la crisis que enfrenta Nicaragua, sino que además advirtió que está dispuesto a aplicar sanciones si la situación continúa empeorando.
Un grupo de doce senadores y congresistas (demócratas y republicanos) decidió dar un paso adelante y envió una carta al presidente Donald Trump pidiendo que se sancione a Francisco Díaz , jefe de la Policía de Nicaragua, y a Francisco López, tesorero del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), ambos muy cercanos al mandatario nicaragüense.
Los legisladores explicaron que las sanciones se llevarían a cabo en virtud de la llamada “Ley Global Magnitsky sobre Responsabilidad de Derechos Humanos”, que permite al andatario a bloquear o revocar visados.
“El pueblo de Nicaragua ha decidido tomar las calles en masivas protestas contra Daniel Ortega, que ha reprimido brutalmente a un pueblo que está pidiendo se le ayude. No debemos permitir que los abusadores de los derechos humanos y los oficiales corruptos continúen violando los derechos del pueblo sin que haya consecuencias”, indica la carta.
Este jueves 7 de junio, Ortega volverá a reunirse con la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) y decidirán si vale la pena retomar un diálogo nacional para negociar la democratización de Nicaragua que se traduce en la salida de Ortega; sin importar la decisión que se tome, la sociedad ha dejado claro que seguirá en las calles hasta conseguir “justicia y libetad” por lo que la lucha en Nicaragua que comenzó el pasado 18 de abril, seguirá sumando días hasta alcanzar su objetivo.
Casi 50 días despues de iniciada nuestra lucha. Hemos demostrado que somos un pueblo encachimbado y no vamos a dar ni un paso atrás. ¡Viva Nicaragua! ??
— Edward (@edwexd) June 4, 2018