Hay una moda que crece entre los jóvenes estadounidenses, creer que ser anti-sistema es darle más poder al poder. La legisladora Alexandria Ocasio Cortez, una latina de origen puertorriqueño, la más joven de la historia, es el rostro de esta tendencia. Se proclama socialista democrática. Por eso, ante la pregunta si denuncia la dictadura de Nicolás Maduro, responde: “es complejo”.
“Como socialista demócrata, me pregunto qué piensa sobre la crisis venezolana que está ocurriendo ahora, si denunciaría al régimen de Maduro”, preguntó un reportero durante una conferencia de prensa en la apertura de su oficina de distrito en Nueva York, la legisladora Alexandria Ocasio-Cortez del Partido Demócrata evadió por completo la pregunta.
Pasó por alto que su homólogo, un legislador como Juan Guaidó, actualmente ocupa el cargo de presidente encargado, de acuerdo a la constitución venezolana, lo cual convertiría a Maduro en un usurpador.
Tampoco tomó en consideración que más del 60 % de los venezolanos se acuesta a dormir con hambre y el 63,2 % de los adultos admitió que solo come dos veces del día para alimentar mejor a sus hijos. En promedio, cada venezolano ha bajado 11,4 kilos por la falta de acceso a comida.
Siguiendo los pasos de quien fue precandidato a la presidencia de los Estados Unidos, Bernie Sanders, Ocasio Cortez promete agrandar al Estado y achicar la industria privada, al punto que propone una reforma que limitaría e incluso eliminaría formas de transporte que dependen de combustible carburífero.
Ocasio-Cortez Refuses to Denounce Venezuelan Dictator Maduro: It’s a ‘Complex Issue’ https://t.co/FOJvrczqaC pic.twitter.com/IMkj1IGSyZ
— Mediaite (@Mediaite) March 4, 2019
De modo que sería contradictorio que Ocasio Cortez critique a Maduro y su dictadura si ella pretende lograr aplicar su mismo modelo político y económico en los EEUU.
Adjuntando la palabra “demócrata” a su socialismo profeso, los legisladores Sanders y Ocasio Cortez pretenden imponer un socialismo amigable, distinto al que causó hambrunas a los agricultores, escuadrones de fusilamiento y persecución política a quien se oponga.
En términos de mercadeo esto se llama “rebranding”, implica tomar una marca ya existente y publicitarlo de otra manera. Al acompañar la palabra socialista con el adjetivo democrático, se vende una ilusión de elección. Es así porque lo votamos, es la voluntad de la mayoría; así implique someter a la minoría.
Este proceso de “resignificar” conceptos históricos, ha permitido que el Che Guevara se vuelva un ícono entre agrupaciones LGBT, pese a que condenaba a homosexuales a campos de labor forzada. Pues prima “el significante” por encima de la evidencia histórica.
“Resignificar” la historia, una herramienta de propaganda socialista https://t.co/F9fBlwZVNu Por @MamelaFialloFlo #24Jul
— PanAm Post Español (@PanAmPost_es) July 24, 2018
Bernie Sanders, por ejemplo, defendió a sistemas dictatoriales como la Unión Soviética que dio muerte por fusilamiento a 799.455 personas, solo tomando en cuenta cifras oficiales.
Sin mencionar las hambrunas provocadas en Ucrania que mataron a alrededor de 7 millones de personas, el socialismo soviético limitó las libertades civiles al punto tal que se requería un pasaporte interno para circular y solo se les otorgaba a quienes tenían profesiones autorizadas, quien no la tenía era condenado a un gulag.
El gulag era un campo de trabajo forzado donde murieron más de 1 millón 53 mil personas. Se estima que hasta 17,3 millones murieron en total, si se considera a quienes fueron liberados porque ya no servían para trabajar, dado su estado de salud precario como producto de la explotación.
También habló positivamente de Daniel Ortega, el guerrillero sandinista que hoy gobierna Nicaragua y produjo más de medio millar de muertos por protestar en su contra.
Por último, Sanders describió a la revolución liderada por Fidel Castro como una insurgencia de pobres contra ricos, pasando por el alto que los Castro eran hijos de un terrateniente español y los padres y abuelos del Che Guevara participaron de la fiebre del oro en EEUU.
The Video Bernie Sanders Does NOT Want You to See
Recently uncovered video from the 1980s reveals socialist Bernie Sanders' true feelings about America, communism, and MORE.And this guy wants to be PRESIDENT?!?!
Posted by White House Brief on Monday, February 25, 2019
Pero las contradicciones entre los defensores del socialismo y la evidencia histórica pasan por alto incluso los casos más extremos, como Camboya. Bajo el mando de los jemeres rojos, la reforma agraria incluyó perseguir a intelectuales. Quienes usaban anteojos eran acusados de saber leer y por tanto, eran fusilados. Este democidio aún está en disputa respecto a si arrasó el 25% de la población o incluso más del 50%, según estudios recientes.
Aunque Ocasio Cortez sí reconoció que está “absolutamente preocupada por la crisis humanitaria que está ocurriendo” en Venezuela y cree que es importante que cualquier solución “se centre en el pueblo venezolano y en el centro de la democracia del pueblo venezolano primero”, su aversión contra la administración de Donald Trump está por encima.
“En general, me opongo al intervencionismo de los Estados Unidos, pero particularmente bajo esta administración y bajo su liderazgo. Creo que es un error profundo “, agregó.
No es una postura individual, su compañera de partido, la legisladora demócrata Ilhan Omar dijo que en una entrevista con The Intercept, publicada la semana pasada, que no reconoce a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
La desconexión de Ocasio Cortez con la historia y economía del mundo, se pone en evidencia una vez más en su incansable crítica al petróleo como combustible, cuando es la principal fuente de ingreso de un régimen al que no se atreve a criticar.
Y es que el socialismo, al ser centralizador, puso la industria petrolera venezolana en manos del Gobierno y su naturaleza económica volvió al régimen dependiente de este recurso y a la población vulnerable a la baja de precios y a la incapacidad de Maduro y sus secuaces de mantener a flote a la industria.
Tanto que importaban gasolina nada menos que de su presunto peor enemigo, Estados Unidos.