Desde el inicio del gobierno de Cambiemos, Mauricio Macri lidia con una oposición política monocolor: todos los espacios que lo enfrentan (sin excepción) se quejan de que la actual gestión lleva adelante un plan “neoliberal”. Es decir que en el debate público los espacios críticos del macrismo (peronista, kirchnerista o de izquierda) atacan desde una perspectiva estatista, dirigista y anacrónica al gobierno.
En cada debate que un dirigente oficialista enfrenta a la oposición política se repiten los mismos clichés y lugares comunes. La oposición personifica a la amnesia de los últimos 12 años del kirchnerismo y propone volver al estatismo más rancio, pero desde Cambiemos en lugar de ofrecer una visión alternativa de fondo se responde con conceptos optimistas, vagos y demagogos.
Sin embargo existe una voz crítica, que si bien no representa una amenaza electoral, preocupa bastante al gobierno por la claridad de conceptos que aporta al debate. En los últimos años han proliferado las voces liberales en Argentina, y a pesar de no estar representadas electoralmente, esta visión se ha ganado un lugar en los medios de comunicación y de a poco suma adeptos en la opinión pública.
Probablemente las irrupciones masivas de los economistas José Luis Espert y Javier Milei representan esta perspectiva que le quita el sueño a más de un dirigente oficialista. El caso más claro de esto es el nerviosismo del diputado de Cambiemos Fernando Iglesias, que calificó como “liberalotes” a los portadores de la única voz crítica lógica que tiene el oficialismo.
Hasta el mismo Mauricio Macri reconoció la importancia de estas críticas cuando dijo en un programa de televisión “algunos dicen que somos kirchnerismo con buenos modales”, en clara referencia a una frase del economista José Luis Espert, que en las últimas horas volvió a estar en todos los medios luego de responderle con un video al legislador oficialista Andy Freire.
El diputado de la ciudad de Buenos Aires compartió un cuestionable video donde invita a la gente a alquilar las cosas que no utiliza durante el verano. Inclusive el sillón de la casa.
Más allá de la búsqueda de la viralización de la propuesta, lo que terminó multiplicándose en las redes fueron las críticas y la parodia del mismo Espert, que salió en todos los medios de comunicación.
Con motivo del video cómico del economista liberal, los medios buscaron a Freire que decidió esconderse y no brindar ninguna declaración.
A pesar de que esta perspectiva crítica desde la visión del liberalismo por ahora no representa una amenaza electoral, por la ausencia de una fuerza política de esta orientación, es evidente que representa para el oficialismo una preocupación. Inclusive redes sociales kirchneristas y de izquierda en varias oportunidades han subido y replicado en internet las palizas que varios especialistas liberales le propinaron a miembros de Cambiemos. Esto sin duda representa un desgasta que a Cambiemos debería preocuparle.
Dentro del oficialismo, y sobre todo el mismo Mauricio Macri, existe una comprensión sobre los problemas que aquejan a la Argentina y cual sería el camino para solucionarlos. El tema es que todavía no se han animado a dar el paso en esa dirección. Quedará en ellos mantenerse en esta senda de tibias reformas insuficientes, confrontando con las críticas liberales, o reconocer la reforma del Estado que el país necesita. Los especialistas para asesorarlos en esta dirección en Argentina afortunadamente sobran. Depende del mismo Macri levantar el teléfono y hacer lo que tiene que hacer para no convertirse en un nuevo fracaso más en la historia nacional.