Cristina Fernández de Kirchner, sus dos hijos, Máximo y Florencia, al igual que el empresario sospechado de testaferro, Lázaro Báez, sufrieron un nuevo revés judicial. La Cámara Federal confirmó hoy el procesamiento de todos ellos en la Causa Hotesur.
La noticia, y la situación política que genera una posible detención de la expresidente, no tiene a todo el frente oficialista Cambiemos del mismo lado. La diputada nacional Elisa “Lilita” Carrió tiene grandes diferencias con los operadores del Ejecutivo en la justicia y este fin de semana llevó el conflicto al punto máximo: “perdí la confianza en el presidente”, advirtió la legisladora de la Coalición Cívica y cofundadora de Cambiemos.
Cristina Kirchner, al borde de su quinto juicio oral
Para la Cámara Federal, que dejó firme el procesamiento de la expresidente, existió “un pacto asociativo entre Néstor Kirchner y Lázaro Báez, junto a otros integrantes con posiciones clave dentro de la estructura administrativa del Poder Ejecutivo, a partir de mayo de 2003, a fin de apoderarse de los fondos destinados a la realización de obra pública vial en la Provincia de Santa Cruz, al que la encartada (la expresidente) se habría sumado en diciembre de 2007, al momento de suceder a Néstor Kirchner en la primera magistratura”.
Este procesamiento, relacionado con maniobras de lavado de dinero entre 2010 y 2011, desembocaría en otro juicio oral más contra la expresidente. Las otras cuatro causas que pueden llevarla a prisión son el manejo del “dólar futuro”, el Memorandum de Entendimiento con Irán (por el atentado a la AMIA), la obra pública y Los Sauces (también por causas de lavado similares a Hotesur). Con respecto a la causa del “escándalo de los cuadernos“, la Cámara debe revisar el caso y decidir si insistirá con el desafuero para proceder a una detención.
Tironeos con Carrió
La posibilidad de una detención de CFK abrió un frente interno dentro de Cambiemos. El ministro de Justicia, Germán Garavano, manifestó que no es positiva la detención de un exmandatario y desató la furia de Carrió. La pulseada la terminó ganando la legisladora, ya que el ministro terminó diciendo que no se refería a “ningún caso en particular” y no opinaba de Cristina Kirchner. Pero el tironeo dejó las cosas sensibles entre la líder de la Coalición Cívica y Mauricio Macri. Este fin de semana, con motivo a la remoción de unos funcionarios de la Agencia Federal de Ingresos Públicos, Carrió volvió a interpretar que existía una operación de hombres vinculados a Macri, al que atacó fuertemente por primera vez. “O cambia o cae”, dijo ante la sorpresa del país.
El escándalo que generó sus declaraciones hicieron que durante el fin de semana la prensa se pregunte si se había roto la coalición gobernante. Ante estos rumores, Carrió manifestó: “No se preocupen, no voy a romper con Cambiemos. Pero hay cosas en materia de justicia que tienen que cambiar. La impunidad no es negociable”. Para la diputada, la pronta detención de la exmandataria es una de las señales que se necesitan para asegurar que se terminó la impunidad.