
Si algo enseñaron las recientes elecciones presidenciales en Brasil y Estados Unidos es que a veces los resultados pueden ofrecer sorpresas y que en algunas circunstancias el establishment político puede ser derrotado. Pero claro, por ahora estamos hablando de casos excepcionales. Pero si en algunas circunstancias se alinearon los planetas… ¿quién puede discutirle el entusiasmo a los jóvenes del Partido Libertario que sueñan con un José Luis Espert con la banda celeste y blanca en el pecho?
Sin dudas que estamos ante un escenario positivo para la influencia de las ideas de la libertad en Argentina. Más allá del resultado de las elecciones, que todavía es incierto, que un candidato liberal a presidente se cuele en la contienda es auspicioso. Esta oportunidad era algo que no pasaba hace mucho.
Aunque en su Constitución Argentina tuvo una fuerte impronta liberal, en la arena política las ideas de Juan Bautista Alberdi no estuvieron demasiado representadas. Aunque parezca paradójico, los representantes más afines fueron los fundadores del Partido Socialista, defensores del libre comercio, del patrón oro y enemigos del Banco Central. En las últimas décadas hay dos experiencias para recordar. En 1989 Álvaro Alsogaray consiguió el tercer puesto cosechando más de un millón de votos y en 2003, Ricardo López Murphy logró triplicar ese caudal y superó el 16 %.
En vísperas de la experiencia “Espert 2019” hay mucho trabajo por hacer y varias cosas a las que prestarles atención.
El economista José Luis Espert lanzó su candidatura a presidente: "Argentina es decadente por el modelo populista" https://t.co/W445pp2wNR
— José Luis Espert (@jlespert) December 23, 2018
Cuestiones a tener en cuenta
Aunque pueda ser un capital para una buena porción del electorado el hecho de ser un outsider, a la hora de disputar una elección la falta de aparato político tradicional es una debilidad. Dado el precario sistema electoral argentino, lamentablemente un voto emitido puede no significar un voto computado. Cuidar la elección y desplegar una enormidad de fiscales en todo el país es indispensable para cualquier fuerza política que pretenda tener posibilidades.
Cambiemos y el peronismo en sus variantes, al ser fuerzas políticas que están en el poder, cuentan con los recursos suficientes como para desplegar los fiscales necesarios. Una propuesta disruptiva, antisistema, sin “aparato” necesitará de un enorme compromiso ciudadano para fiscalizar la elección. Además del ejército de fiscales, es fundamental una organización profesional, que al ser organizada por afuera del sistema, seguramente será, en su mayoría, ad honorem. Todo un desafío.
Otra complicación de la democracia restrictiva argentina es la enorme dificultad para poder crear partidos políticos. Si bien el nuevo Partido Libertario se encuentra librando esta difícil batalla, es probable que el armado nacional requiera acuerdo con partidos preexistentes. Si Espert comienza a “cotizar en bolsa” las fuerzas partidarias que estén dispuestas a poner su “sello” para formalizar la candidatura seguramente aparecerán dispuestas.
Ante este escenario, existen riesgos que algunos partidos del interior del país pongan su precio en candidaturas legislativas. Si el economista sigue subiendo en las encuestas no sería llamativo que los “dueños” de algunos partidos pongan como condición ocupar los primeros puestos en las listas para cargos parlamentarios.
Si bien José Luis Espert ha mostrado desde hace años un indudable compromiso con las ideas de la libertad, una candidatura presidencial lleva consigo cientos de postulantes a otros cargos en todo el país. Las fuerzas liberales de cada distrito deberán tener decisión y fortaleza de negociación para que no aparezcan oportunistas en el armado nacional. Si Espert no puede conseguir la presidencia, la campaña puede ser igualmente una excelente oportunidad para conseguir representación legislativa libertaria. Cada lista de candidatos de cada ciudad es importante.
Motivos para entusiasmarse
Más allá de las dificultades, hay en el contexto actual varios elementos que juegan a favor de la candidatura de Espert. El repudio a la corrupción y el autoritarismo kirchnerista sigue presente en la sociedad argentina. Si bien Mauricio Macri logró un importante apoyo en la elección de medio término de 2017, también hay un hartazgo ante el fracaso económico de Cambiemos.
Los índices de rechazo de Cristina y Macri brindan el perfecto escenario para escuchar una voz alternativa. Espert ya llamó a votar en contra del pasado corrupto y del presente mediocre. Aunque es imposible a esta altura saber cuál puede ser el impacto para esa propuesta, es claro que hay espacio para crecer.
Aunque la candidatura es reciente, los liberales vienen ganando espacio en los medios de comunicación desde hace mucho. La falta de respuestas del Gobierno para solucionar los problemas económicos heredados del kirchnerismo hicieron que el periodismo buscara y le diera espacio a la voz liberal. Javier Milei, Roberto Cachanosky, Ricardo López Murphy, Agustín Etchebarne y el mismo Espert hace tiempo que desfilan por los canales argentinos anticipando con precisión quirúrgica los fracasos de Cambiemos. Una candidatura que represente a este espacio podrá capitalizar todo el terreno que ganaron las ideas de la libertad en la opinión pública recientemente.
El perfil del candidato es otro aspecto positivo. Espert siempre ha sido frontal, es honesto y viene del sector privado. A diferencia de todo el espectro político no tiene una sola causa ni sospecha vinculada con la corrupción. Es un ciudadano que puede representar a espacios del electorado sin vinculación partidaria y podría seducir por fuera microclima liberal. El flamante candidato suele hacer referencia a la necesidad de generar políticas de “sentido común”, lo que le abre el espectro de escuchas interesados.
Lo que podemos decir, a diciembre de 2018, es que Espert dio el primer paso. Los grandes medios de comunicación argentino informaron sobre su candidatura seriamente y el avance del economista ya ha generado algún nerviosismo en el oficialismo. La cuenta de Twitter del diputado Fernando Iglesias da prueba de esto.
Continuará…