Por estas fechas la izquierda latinoamericana da una de sus principales “luchas”. Los sindicatos se reúnen con el gobierno de cada país, y con los empresarios, para intentar pactar un salario mínimo que ellos consideren bueno y justo. Esta medida goza de mucha popularidad. Y es que a primera vista, pareciera que aumenta el bienestar de los más necesitados.
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Sin embargo, las medidas de política económica no deben ser juzgadas por las buenas intenciones que afirmen tener quienes las impulsan, sino por los resultados que causan. Países como Suecia, en donde no existe salario mínimo, demuestran que aunque eliminarlo parezca un error, es la medida adecuada.
En nuestra videocolumna de hoy presentamos un análisis de las razones por las que aumentar el salario mínimo termina perjudicando justo a los que dice beneficiar: a los más necesitados.
En la videocolumna del PanAm Post analizamos los últimos acontecimientos del mundo iberoamericano desde una óptica liberal. Es presentada por Vanesa Vallejo, economista, miembro del Movimiento Libertario colombiano y columnista del PanAm Post.