Algo nuevo, algo nunca antes visto se está cocinando en Colombia. Claudia López, Jorge Enrique Robledo y Sergio Fajardo se han unido para “acabar con la corrupción” que aqueja a nuestro país.
Lo que acabo de decir parece un chiste. Pero así es como se presentan estos tres personajes que han decidido juntarse, para llegar a la presidencia en el 2018, en lo que llamaron Coalición Ciudadana por Colombia.
De dicha coalición hay mucho por decir. Lo primero es: ¿qué tienen de nuevo? Parece una burla que el senador Jorge Robledo salga a decir que el país está cansado de que “gobiernen los mismos con las mismas” y que por tal motivo son ellos una opción nueva que merece el voto de los colombianos. Ninguno de estos tres personajes es nuevo en la política, menos el dirigente del Polo, quien se estrenó como senador por primera vez hace 15 años, en el 2002.
Pero en esta ocasión vamos a concentrarnos en Sergio Fajardo, quien tampoco es nada nuevo en la política colombiana donde lleva casi 20 años participando activamente. Fajardo, uno de los líderes de la coalición anticorrupción está envuelto en investigaciones por sobrecostos para la construcción de estaciones de policía en diferentes municipios de Antioquia.
Los hechos habrían ocurrido cuando era Gobernador del departamento. Hasta el momento se le han embargado dos bienes inmuebles al “luchador anticorrupción”. También se le embargaron dos inmuebles a su exsecretario de Gobierno, Santiago Londoño Uribe.
Que a uno de los líderes de la coalición anticorrupción se le hayan embargado bienes y se le esté investigando por supuestos hechos de corrupción ha dado bastante de qué hablar. Sin embargo, en su pasado, Fajardo tiene varias manchas de las que no se habla tanto.
Y es que es muy difícil que la gente se entere de ciertas cosas cuando hay millonarias sumas de dinero dedicadas a publicidad. Durante su periodo como gobernador se gastó 196.000 millones de pesos (USD $69 millones) (por supuesto pagados por los colombianos) en dar una imagen que nada tenía que ver con la realidad. Eso sí, la inversión parece que dio resultados porque Fajardo salió de la Gobernación con altos niveles de aprobación.
Fue solo después de que el paisa dejara su cargo que se empezaría a conocer la realidad del desastre de su gestión.
El actual gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, quien tuvo que recibirle el puesto a Fajardo, fue el primero en poner en evidencia al miembro de la Coalición por Colombia. En su discurso de posesión afirmó: “recibo del gobernador Sergio Fajardo, un departamento de Antioquia que está camino a la bancarrota”. Aseguró, además, que “el ministerio de Hacienda ha dicho que Fajardo recibió un departamento número uno a nivel nacional en eficiencia fiscal y lo entregó en el puesto 16, el peor estado económico de toda la historia de Antioquia”.
Y es que Fajardo entregó una administración con todos los indicadores más bajos que la administración anterior y, en particular, con un aumento desmesurado de la deuda. El departamento quedó con un déficit económico de $130 mil millones (USD $45 millones) y en el sector de la salud el déficit fue superior a los $200 mil millones (USD $70 millones).
Por primera vez en 50 años el Instituto de Desarrollo de Antioquia (Idea), una de las instituciones insignias del departamento, quedó en déficit. Además, entidades como la Reforestadora Integral de Antioquia (RIA), Teleantioquia, la Empresa de Vivienda de Antioquia (Viva) y Savia Salud EPS tuvieron significativas pérdidas.
Durante su gobernación, el departamento por primera vez incumplió la Ley 617 de desempeño fiscal y, según la Contraloría General, Antioquia acumuló el mayor déficit en el país.
Sin embargo, durante su periodo no se mencionaba nada de esto. Fajardo se gastó millones en campañas publicitarias para decirle a los antioqueños que su administración era perfecta. Luis Pérez, el actual Gobernador, dijo al respecto: “ni un peso público se derrochará para que los medios de comunicación repitan con obsesión que el gobernante es honrado” haciendo referencia al despilfarro de su antecesor.
Y si no es porque Pérez llega a la Gobernación tal vez la opinión pública ni se habría enterado de lo que estaba sucediendo. Fajardo la “sacó barata” después de su periodo en la Alcaldía de Medellín. De frente y sin ningún descaro favoreció a su candidato y consiguió que Alonso Salazar fuera elegido como su sucesor, así logró tapar los desastres que ocasionó en ese momento.
No corrió con la misma suerte después de su periodo en la Gobernación de Antioquia. Aunque, de nuevo, hizo hasta lo imposible para que el mismo Salazar lo reemplazara ahora como Gobernador, esta vez no lo logró y fue Pérez quien recibió la administración del departamento.
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Como era de esperarse, y como hemos contado acá, Pérez sacó a la luz todo lo que Salazar habría callado.
A pesar de su pésimo desempeño, de los tristes resultados que ha dejado en Antioquia y de que está siendo investigado por corrupción, Sergio Fajardo parece que es visto por la opinión pública en Colombia como un muy buen trabajador, honesto y efectivo. Pero los hechos muestran lo contrario: Fajardo ha dado pruebas de ser un desastre y aún no queda claro si es tan impoluto como afirma él mismo y sus compañeros de coalición
Esperemos que los 196.000 millones de pesos (USD $69 millones) que se gastó en publicidad durante el tiempo que fue Gobernador de Antioquia no tengan ya más efecto y que este hombre, acompañado de sus dos nuevos amigos, no llegue al poder.