Hoy es un día decisivo en Brasil. El senado brasileño define hoy si se remueve o no a la presidenta suspendida Dilma Rousseff. Lo que finalmente determinaría un giro en el país, al verse acabados los 13 años del Partido de los Trabajadores del gobierno de izquierda.
Rousseff siempre mantuvo su posición y niega todos sus cargos y afirma que este proceso que busca destituirla, lo que quiere es proteger los intereses de la élite económica del país.
A través de su cuenta en Twitter, solicitó a los senadores que tengan su conciencia clara, al momento de calificarla en este proceso.
Peço aos senadores que tenham consciência na hora de avaliar esse processo #PelaDemocracia
— Dilma Rousseff (@dilmabr) August 30, 2016
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El conservador y exvicepresidente Michel Temer, tendría una difícil transición en caso de que sea declarada culpable. Temer ocupa el cargo de presidente interino, desde el pasado mayo, cuando comenzó el juicio. El mandato terminaría a finales de 2018.
Sondeos indican que la popularidad de Dilma Rousseff, disminuyó a cifras de un solo dígito a raíz del escándalo de Petrobras en casos de corrupción. Además, la recesión en los brasileros que la ocasionaron todas las políticas intervencionistas de su gobierno izquierdista.
Finalmente, si es aprobada la disolución del mandato de Rousseff, la presidenta será la primera en dejar el cargo antes del tiempo establecido en Brasil, desde 1992.
Fuente: La Nación