
El semanario Desde la Fe, en su editorial semanal, llamada “Seguridad en punto muerto”, publicada este domingo, la Iglesia Católica de México consideró que los niveles de violencia en México tienen a “la casa en llamas”.
La institución religiosa retomó en esta publicación los datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública 2016 realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) considerando que los “resultados son preocupantes”.
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En la publicación dominical se señala que en el año 2015 23.3 millones de mexicanos “fueron víctimas de hechos delincuenciales, y las cifras negras de delitos no denunciados fue de 93.7 % a nivel nacional”. También destacan que “los delitos más frecuentes son el robo y el asalto en vía pública, extorsión y fraude”.
“En determinadas zonas del país la violencia se recrudece y parece incontenible”, señala el editorial, en donde también se afirma que en la pasada semana, en el estado de Chihuahua, se efectuaron 17 homicidios en menos de 48 horas. Por su parte, en Michoacán parece no haber tregua con los grupos del crimen organizado, y la realidad no es distinta en Veracruz, Guanajuato, Tamaulipas y Morelos, solo por mencionar algunas de las entidades federativas con mayor índice de criminalidad.
En Ciudad de México la realidad no es diferente, según lo señalan en el editorial, ya que aunque las autoridades capitalinas indican que no hay un “repunte de la violencia”, la ciudadanía expresa lo contrario.
La Iglesia Católica de México sostiene que “la seguridad se convierte en botín cuando las autoridades hacen la política de ‘no veo, no oigo y no hablo’. Efectivamente, asirse de endebles argumentos afirmando “el falso repunte de la violencia” indica el empecinamiento por fortalecer popularidades ante eventuales candidaturas, aunque la casa esté en llamas y disimulen el agobio de miles de ciudadanos sin tregua de paz que les garantice el regreso seguro a casa y sin amenazas de delitos”.
Para la institución, los aspectos que más alimentan la ola de violencia son “la corrupción, el empobrecimiento, la falta de competitividad y la carencia de oportunidades”.
La publicación concluye expresando que “quien hace oídos sordos al clamor evidente de la ciudadanía pone a la seguridad pública en punto muerto y también su futuro ante cualquier candidatura y aspiración política”.
Fuente: Aristegui Noticias