
Panamá y Costa Rica piden ayuda internacional ante oleada de inmigrantes haitianos que colapsan las fronteras.
Tras la tragedia del huracán Matthew y todos los daños causados, muchos han decidido acudir a países como Panamá y Costa Rica en busca de un nuevo hogar, por lo que ambos países tuvieron la necesidad de hablar con otros gobiernos para solicitar ayuda.
Desde abril hasta septiembre, Costa Rica informó que por su territorio pasaron 11.000 emigrantes ilegales, la mayoría haitianos y africanos y alberga a 4500 oficialmente. Panamá, por su parte, reportó que ha acogido a más de 3000 en su territorio.
Ahora, con el paso del huracán y las miles de personas que se quedaron sin casas, la situación podría complicarse aún más.
Panamá y Costa Rica acordaron buscar en terceros países “capacidad de acogida” para los aproximadamente 8000 inmigrantes ilegales que hay en sus países.
“(Seguiremos) dando respaldo humanitario, pero sí hay que elevar el debate con otros países de la región para buscar una solución definitiva al problema”, dijo con preocupación Juan Carlos Varela, presidente de Panamá.
Por su parte, Luis Guillermo Solís, mandatario Costarricense aseveró que “(El huracán) en el plazo inmediato por supuesto que puede generar más migraciones. Pero aún sin ‘Matthew’ hay que reconocer que son muchas las dificultades estructurales que tiene Haití“.
Luego de la reunión sostenida por ambos gobiernos, expresaron que la idea, por ahora, es coordinar la reubicación voluntaria de los migrantes.
En la reunión también se acordó crear una comisión de alto nivel para dar seguimiento a las medidas acordadas, integrada por personeros de Seguridad, Migración y Relaciones Exteriores.
Haití es el país más pobre del hemisferio y ante el reciente fenómeno natural, las secuelas han sido devastadoras. El número de muertos ha superado los 800, y se cree que la cifra va a aumentar. Además, la infraestructura del país ha sido afectada por el huracán, desde casas hasta puentes.