
El dictador norcoreano, Kim Jong-un y el presidente estadounidense Donald Trump, sorprendieron al mundo con la noticia de que están dispuestos a sentarse en una mesa de negociación.
De acuerdo a los medios locales, el líder norcoreano Kim Jong-un habría utilizado como intermediario a Corea del Sur para hacerle la inesperada invitación a Donald Trump, asegurando que está dispuesto a frenar las pruebas nucleares y balísticas (requisito indispensable exigido por el mandatario norteamericano para considerar una diálogo con Kim Jong-un).
La propuesta del dictador fue trasladada a Trump el pasado jueves 8 de marzo por un emisario surcoreano, dando un giro inesperado a la tensión que han mantenido EE. UU. con Corea del Norte.
Aunque aún no se tiene fecha exacta de este posible histórico encuentro entre ambas naciones, el asesor de Seguridad Nacional de Corea del Sur, Chung Eui-yong, afirmó que Trump “se reuniría con Kim Jong Un de aquí a mayo para lograr la desnuclearización permanente” de la península, cosa que confirmó Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca.
“Somos optimistas con este proceso diplomático. La República de Corea, los Estados Unidos y nuestros aliados nos mantenemos unidos y esperamos que no se repitan los errores del pasado. La presión continuará mientras Corea del Norte no acompañe sus palabras con acciones concretas”, dijo Chung Eui-yong.
Como es costumbre, el presidente norteamericano dejó un comentario a través de su cuenta oficial de Twitter afirmando que este es un “gran progreso”; sin embargo, destacó que “las sanciones (contra la dictadura asiática) permanecerán hasta que se llegue a un acuerdo”.
Kim Jong Un talked about denuclearization with the South Korean Representatives, not just a freeze. Also, no missile testing by North Korea during this period of time. Great progress being made but sanctions will remain until an agreement is reached. Meeting being planned!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 9, 2018
¿Por qué ahora?
Hasta ahora los antecedentes entre Corea del Norte y Estados Unidos no han sido nada positivos; legados como los de Bill Clinton y George Bush hijo solo dejaron amenazas y diálogos fracasados por lo que solo esta invitación representa un gran logro para Trump.
La dura posición de Trump frente al dictador y sus reacciones aparentemente volátiles o impredecibles pudieron haber jugado un rol fundamental para llegar hasta este punto.
Laureano Brantiz Gómez, analista en relaciones internacionales y miembro de la Fundación Libre (organización que promueve el respeto por la libertad) explicó en entrevista exclusiva para PanAm Post, que la “dureza” de Trump y las medidas que ha tomado han sido factores claves. “Efectivamente el accionar de Trump tuvo un papel muy influyente”, comentó.
Brantiz inclusive comentó que Trump “hace acordar mucho al papel que tuvo Ronald Reagan” por su papel para conseguir la liberación de los rehenes norteamericanos en Irán en 1981.
“Ya en la campaña (de Trump) se vislumbraban muchas similitudes entre ambos. La verdad que Trump hace recordar mucho al papel que tuvo Ronald Reagan con la unión soviética es más ya en la campaña se vislumbraban muchas similitudes entre ambos, en sus políticas se vislumbran; los 2 implantaron reformas impositivas claves similares bastantes drásticas que tuvieron (las de Ronald Reagan) y están teniendo ahora (las de Donald Trump) un efecto más que positivo; entonces creo que la comparación no es errada”.
Ronald Reagan al igual que Richard Nixon fueron presidentes estadounidenses que aparentaban tener comportamientos impredecibles y volátiles para alcanzar negociaciones con grandes potencias comunistas.
El experto resaltó que gracias a Trump se logró mayor presión de parte de la comunidad internacional lo que doblegó a Kim Jong-un; ya que aunque se le habían impuesto varias sanciones al régimen dictatorial, no fue sino hasta que Trump consiguió que China retirara el apoyo a Corea del Norte que se ejerció “una presión real”.
“Después de la gira por el sudeste asiático que hizo Donald trump , él fue a firmar pactos y acuerdos comerciales entre los que estuvo China, y ciertas condiciones para la firma de estos acuerdos eran justamente el retiro del apoyo a Corea del Norte, luego de esa gira el departamento de Relaciones Internacionales de China mandó un enviado a Corea del Norte en forma de represalia; entonces Estados Unidos logró justamente que quien más o menos tenía o mantenía contacto con Corea del Norte le quitara ese apoyo (…), ejerciendo una presión real, ahogándolo y aislándolo con falta de suministros a Corea del Norte lo que lo pudo haber llevado a plantear este panorama de abrir el diálogo e incluso de plantear la posibilidad de un desarme nuclear por parte de la misma”, explicó.
“Le restringieron prácticamente el 90 % del suministro de petróleo y combustible a esta nación asiática es decir que está teniendo una gran pérdida de recursos (…)”, añadió.
Para Brantiz otro factor clave fue el presidente de Corea del Sur, ya que fue él quien “logró este acercamiento”.
¿Qué estará en la mesa de negociación?
Ya se conoce que Kim Jong-un pone sobre la mesa la posibilidad de una desnuclearización, como una de las condiciones de Estados Unidos, pero ahora cabe preguntarse qué quiere Corea del Norte.
Es evidente que la reducción o el fin de sanciones contra el país asiático será uno de los requerimientos por parte del dictador, pero el miembro de la Fundación Libre señala que en la reunión solo habrá un desarme “cuando dejen de existir movilizaciones militares dentro en la península que rodea Corea. Recordemos que en Corea del Sur hay alrededor de 28.000 efectivos y en Japón alrededor de 47.000 que tiene Estados Unidos”.
¿Es factible llegar a un acuerdo?
Aunque aún es imposible asegurar si se va o no a llegar a un acuerdo, Brantiz señala que “el actual presidente de Corea del Sur Moon Jae-in aboga por una mayor autonomía y una mayor soberanía, y conocemos que Trump no es justamente un fanático de las alianzas internacionales y desde que asumió su mandato lo que ha buscado justamente ha sido reducir el efectivo militar en el exterior, algo que caracterizan las políticas de los presidentes republicanos”.
Sin embargo, el experto recuerda que para que se dé la negociación primero es necesario que se completen dos puestos esenciales: el del encargado de las negociaciones con Corea del Norte, puesto que ocupaba Joseph Yun y que se habilitó tras su renuncia porque pensaba que las negociaciones no se llevarían a cabo; y el puesto del embajador de Estados Unidos en Seúl, que pertenecía hasta hace poco a Victor Cha hasta que él mismo decidió retirarse. “Una vez que se completen esos dos puestos podemos empezar a hablar de la posibilidad de esta reunión que dicen que va a ser en mayo”, dijo.
Ante dos personalidades tan fuertes cabe la duda de si una negociación entre ambos líderes podría resultar más bien perjudicial, pero Brantiz considera que “cualquier tipo de negociación va a ser positiva” y asegura que si llegaran a quedar en malos términos no cree que vaya a resultar “más negativo que ahora”.
“Estamos ante un líder con delirios de fanatismo y de grandeza que va a ser clave en la negociación, va a ser clave su comportamiento y también el del mandatario norteamericano, lo que más preocupa es el comportamiento de Kim Jong-un ya que es más que impredecible (…) pero no creo que sea más perjudicial de lo que es hasta el momento (…) si termina negativa va a quedar en los términos en donde está”, aseguró.