Jarrones, pinturas, esculturas… el departamento de Cristina Fernández de Kirchner en Barrio Norte, más precisamente en la calle Juncal esquina Uruguay, parecía un museo. A partir de hoy, ya no tanto. El juez federal Claudio Bonadio dio la orden de incautar 33 cuadros y objetos de la propiedad de la exmandataria, de quien se sospecha haber recibido multimillonarias coimas por obra pública durante sus gobiernos.
Los objetos serán tasados y valuados por la justicia, pero trascendió que el valor de las obras de arte incautadas supera los cuatro millones de dólares. El operativo judicial, apoyado y ejecutado por la Policía Federal Argentina, tuvo lugar anoche entre las 8:00 y las 10:00 de la noche. Fernández de Kirchner no se encontraba allí, ya que dejó de frecuentar el departamento porteño desde hace cuatro meses, cuando comenzaron los allanamientos judiciales.
La propiedad de la calle Juncal, de donde se retiraron las obras de arte, aparece mencionada en la causa del escándalo de los cuadernos. Según documentó el chófer del ministerio de Planificación Federal en sus famosas anotaciones, varios sobornos fueron llevados directamente al departamento en cuestión. Según la declaración de los imputados colaboradores, que se acogieron voluntariamente a la figura del “arrepentido“, en varias oportunidades el cuarto de la expresidente estaba colmado de bolsos repletos de dólares.
Como la expresidente actualmente es senadora y tiene fueros, los allanamientos a sus propiedades tuvieron que ser aprobados por el Parlamento. Si bien el Senado votó por unanimidad que la justicia y la policía puedan ingresar a investigar, todavía no están los votos para aprobar un desafuero. La expresidente tiene dictada la prisión preventiva, pero el peronismo (kirchnerista y no kirchnerista) se niega a soltarle la mano hasta que no haya una condena firme.
Maniobras de distracción
Para la expresidente, que se encuentra en el Sur junto a su familia, este nuevo revés judicial se trata de otro capítulo de lo que considera una “persecución política” del Gobierno de Cambiemos. En esta oportunidad, manifestó que sus obras de arte le fueron sustraídas, no porque sean producto de ilícitos, sino porque Mauricio Macri necesita generar “maniobras de distracción” que entretengan a los medios y a la opinión pública, en medio de la grave crisis económica que vive el país.