El 10 de diciembre, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner asumieron formalmente como presidente y vicepresidente de Argentina. La situación económica es cada vez más complicada y el peronismo ya muestra algunas discusiones internas, situación compleja para una alianza incómoda con el kirchnerismo “de vuelta”. Volvieron los cacerolazos en tiempo récord, pero no hay líder opositor que capitalice el descontento del votante de Cambiemos. ¿Macri? En Qatar viendo fútbol.
Luego de los diez primeros días de mandato, PanAm Post hace un repaso del nuevo panorama político en Argentina.
El mapa de poder
Como era de esperarse, el kirchnerismo se ha convertido en uno de los focos de poder más importantes. Pero lo cierto es que tampoco es el único. El espacio de Cristina Fernández convive con otros sectores como el de los gobernadores o el Frente Renovador de Sergio Massa, que se convirtió en titular de la Cámara Baja. El presidente, a modo individual, no cuenta con un sector político propio determinado. El “albertismo” puro y duro es escueto, pero Fernández podría alinear a diferentes sectores en caso de conflicto interno o externo. Su afinidad natural no estaría en el kirchnerismo, sino el en peronismo tradicional, que ya tuvo algunos roces con La Cámpora (jóvenes K) en varios distritos.
La prioridad: el FMI
Viendo los primeros pasos de la cartera económica, más allá de que no haya un plan determinado como para salir de la crisis, se percibe que el objetivo principal del Gobierno es evitar el default a como dé lugar y arreglar con el Fondo Monetario Internacional. Como dijo el mismo presidente en su acto de asunción, Argentina tiene predisposición e intención de pagar la deuda, pero no está en condiciones de respetar los cumplimientos, tal cual están planteados.
¿Nueva devaluación?
Más allá que se explique como se explique, Argentina ha desdoblado el tipo de cambio. Ya hay varias opciones de “dólar”, además de las tradicionales versiones del libre y controlado. Ahora, con el nuevo “impuesto” para el atesoramiento y turismo del 30 %, en teoría para desmotivar el ahorro en divisas, comenzó el nuevo proceso de reacomodamiento de precios que terminará con una inflación semejante al salto del tipo de cambio de referencia. El dólar que quedó alrededor de los 60 pesos ha quedado solamente para estafar al sector exportador, que debe pesificar sus ingresos luego de las transacciones. En el exterior, el mundo ya percibe un dólar por encima de los 100 pesos y es lo que piden las casas de cambio si un argentino necesita cambiar algún billete.
El expresidente en Qatar y la “presidenta” en el Senado
Mientras los primeros cacerolazos del nuevo electorado opositor cuestionaban en las cercanías del Parlamento la ley de “Solidaridad y Emergencia” (con reclamos sobre la supuesta vulneración de la división de poderes y críticas a la reformulación del cálculo de las jubilaciones) Mauricio Macri estaba en Qatar. El expresidente se fue a ver la final de la Copa Mundial de clubes de fútbol, dejando al electorado de Cambiemos en las calles y sin referente. Mientras tanto, Cristina Fernández de Kirchner debutó como presidente del Senado y dio la nota de color en la primera jornada corrigiendo a los legisladores que osaban decirle “presidente” y no “presidenta”, como ella quiere.
El campo en pie de guerra
El sector agropecuario y los productores se declararon en “estado de alerta y movilización”, con motivo del impuestazo alrededor de la ley de “emergencia”. Al costado de las rutas del país hay asambleas y movilizaciones, y las organizaciones que nuclean al espacio se encuentran esperando una convocatoria del Poder Ejecutivo para discutir las nuevas iniciativas. En las próximas horas se confirmará el primer paro de 48 horas de la comercialización de granos.