Es usual la broma de argentinos a uruguayos sobre la supuesta “provincia” que significa el país vecino para nosotros. Desde los aires de superioridad, que no se fundamentan en mucho más que en nuestra historia, le decimos a los amigos de Uruguay que son nuestros hermanos, pero que, lamentablemente, su país es como “una partecita” del nuestro.
Nosotros somos la estrella incuestionable del Río de la Plata… Bueno, la política y la actualidad nos dio una dosis de nuestra propia medicina. Por estos días escuchamos al mandatario Luis Lacalle Pou decir cosas que nos generan una envidia total. Nos lo merecíamos.
El presidente uruguayo dice que es “liberal“, pero antes que liberal es inteligente. Argentina representa una oportunidad descomunal y el la quiere aprovechar para su país. Mientras nosotros insistimos con el peronismo, que en su marcha celebra el combate al capital, Lacalle Pou lo seduce constantemente.
En la jornada de ayer, el mandatario del país vecino brindó una entrevista para un medio argentino y reiteró lo que dice usualmente: que hay que apostar al crecimiento, tener impuestos bajos, generar oportunidades y crear el clima propicio para la inversión. Sin tener que mencionarlos, el presidente uruguayo dijo que hace y hará todo lo contrario a lo que hacemos nosotros. Su postura en contra del confinamiento total por el COVID-19 es admirable. Mientras acá la gente se funde todos los días, Lacalle Pou, sin ignorar ni subestimar la cuestión médica, se manifiesta contrario a un “Estado policial” que encarcele a los uruguayos que busquen el peso para la olla del día.
Sus palabras repercutieron al instante en las redes sociales y miles de usuarios argentinos dejaron sus ínfulas de toda la vida e hicieron varias propuestas insólitas como la unión de ambos países bajo el mando del presidente uruguayo. Parece que ahora queremos ser nosotros provincia de ellos…
.@LuisLacallePou Directo y conciso. Qué le parece mi plan, Presidente. Lo imagino a usted cruzando por Fray Bentos- Gualeguaychú en caravana triunfal hacia Buenos Aires. Todos cantando Oid Mortales y Orientales la Patria o la Tumba. Lo recibiríamos como el mesías. No falla. pic.twitter.com/109zuf8Ld7
— Carlos Maslatón (@CarlosMaslaton) July 15, 2020
Hasta el diputado macrista Fernando Iglesias sucumbió ante los encantos del mandatario afín al liberalismo y propuso un canje muy particular: entregarle a los uruguayos Buenos Aires a cambio de Montevideo con la condición de intercambiar también a los mandatarios de ambos países. Como era de esperar, el kirchnerismo salió a atacarlo acusándolo de antipatriota y todas las estupideces nacionalistas habidas y por haber que entran en los pocos caracteres de Twitter.
Les damos Buenos Aires por Montevideo si nos aceptan el canje Lacalle Pou por Fernández.
— Fernando A. Iglesias (@FerIglesias) July 15, 2020
Yo no sé si cambio mi Buenos Aires querido por Montevideo, pero lógicamente les doy a Alberto en canje de Lacalle Pou. Si hace falta les pagamos la diferencia y si no quieren, se lo damos sin pedir nada a cambio. Pero lo que tendría que reconocer Iglesias es que el canje por Fernández no sería el único conveniente para los argentinos. Hacemos negocio también si se lo cambiamos por Mauricio Macri.
Lo cierto es que el presidente uruguayo no hace otra cosa que lo que no se animó a hacer el expresidente argentino, al que Iglesias justifica y justificó siempre. Cuando los economistas liberales advertían que Cambiemos terminaba su mandato en crisis económica, Iglesias los atacó en redes sociales y en los medios, calificándolos peyorativamente de “liberalotes”. Roberto Cachanosky, Javier Milei y otros tantos analistas fueron las víctimas del diputado cambiemita, que argumentaba que la receta liberal era utópica e impracticable políticamente. Así les fue. Así estamos.
Ahora, desde la tranquilidad de su banca y de la comodidad de Twitter, parece que el legislador de Cambiemos volvió a tener el sentido común que tenía antes de 2015, y que perdió en los cuatro años de gobierno del macrismo.
Desde aquí aprovechamos para recordarle la oportunidad de negocio a los amigos uruguayos. Podemos darle a Alberto, a Mauricio y a Fernando. Los tres al precio de uno. Eso sí, no se aceptan devoluciones.