Venezuela habría comprado carne contaminada y productos en descomposición a Brasil y hasta los momentos el régimen de Maduro no hace mención al escándalo que podría afectar la salud de cientos de venezolanos.
Se trata de un nuevo escándalo que involucra a grandes frigoríficos exportadores de Brasil, pues se conoció el pago de soborno a funcionarios sanitarios para permitir la venta del producto brasileño en mal estado.
Según las investigaciones, la empresa adulteraba carne vacuna y avícola, cambiaba las fechas de vencimiento de productos en descomposición contagiados con salmonella, y “maquillaba” su aspecto con sustancias químicas –algunos considerados cancerígenos– para disimular su olor o mal aspecto.
El operativo, llamado Carne fraca (Carne débil), abarca a 21 empresas cárnicas locales, entre las cuales se encuentran JBS y BRF, las más grandes exportadoras del mundo de carne de res y avícola, respectivamente.
Un reportaje de la BBC revela que Venezuela es el principal destino de la carne avícola brasileña. Solo en 2016 Brasil exportó a Venezuela aproximadamente 130 millones de dólares en carne de res y la misma cantidad en aves de corral.
Según reportó el medio de comunicación en los últimos 60 días uno de los frigoríficos investigados por el operativo, vendió pollo a Venezuela.
Cabe destacar que la Unión Europea, Corea del Sur, China y Chile suspendieron sus compras a Brasil, asimismo México y Uruguay se sumaron a la medida.
Entre tanto el régimen de Nicolás Maduro no ha emitido opinión alguna ni ha tomado medidas para evitar que la carne en descomposición llegue a los hogares venezolanos.
El diputado venezolano Carlos Paparoni denunció que Venezuela ha gastado 2.100 millones de dólares comprando a JBS y BRF, compañías que venden el producto vencido.
Denunció además que el expresidente del Parlamento Diosdado Cabello, considerado uno de los hombres más importantes del chavismo; el jefe Hacienda, José Cabello; y el ministro de Alimentación, Marco Torres; sostuvieron acercamientos con los propietarios de las empresas brasileñas.
Fuentes: El Nacional; Intereconomía