Durante la campaña para las elecciones regionales de este año, la oposición oficial venezolana, junto con sus comunicadores, trataron de combatir la amenazante abstención en el estado Carabobo, aterrorizando sobre el trágico mundo que se impondría en la entidad si el candidato chavista, Rafael Lacava, ganaba —ciertamente, durante la campaña se erigió como un aspirante poco convencional—.
Al final el Consejo Nacional Electoral adjudicó el triunfo a Lacava y, para la sorpresa de muchos, el chavista empezó a generar simpatía entre sectores de la oposición. Aquello evidentemente produjo un fuerte debate interno: cómo es posible que se deje espacio a la seducción de un hombre que representa una parte esencial del sistema autoritario.
Es un fenómeno. No se puede dudar. Quizá el chavista del momento, capaz de generar reacciones antagónicas. Si se le tiene desagrado a la continuación del modelo de Hugo Chávez, Rafael Lacava genera terror. Para el otro bando puede ser una esperanza, o solo un pasatiempo.
Luego de una espera extensa, Lacava recibió a PanAm Post en la Quinta Carabobo, sede del Gobierno de la entidad, para ofrecer su segunda entrevista desde que asumió el cargo. Hombre intimidante, áspero y tajante. Se le nota que no puede estar tranquilo —imagino es el motivo por el cual le atribuyen adicciones—. Conversación amplia, agradable —sin intenciones de alterar esto con debates e impugnaciones estériles— y repleta de afirmaciones que merecen la más alta atención.
Rafael Lacava habló sobre la crisis venezolana y las supuestas amenazas a un sistema. Reconoció, incluso, la importancia de la desregulación de la economía y dejó claro que entiende muy bien los propios vicios del chavismo. Es crítico, sin llegar a ser revisionista —aún—. “Es momento de que el socialismo evolucione”, señaló; para luego condenar las alcahueterías basadas en lealtades que se dan en su mismo partido.
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Probablemente a algunos de mis amigos opositores no les agrade esta entrevista. Dirán que usted no merece una tribuna, ni que sea tan pequeña como esta. Pero creo que detrás de eso existe el miedo de que a usted se le presenta como una figura presidenciable desde la oposición, y temen que su popularidad aumente, ¿qué opina de esto?
Mira, yo no sé qué piensan tus amigos. Pero, te puedo decir que, aquí en Carabobo, hay una total ausencia de liderazgo político. De un lado y del otro. En el chavismo y en la oposición. Y en la oposición, se dieron cuenta que hay un tipo, que surgió de las filas del chavismo, que es un tipo transversal. Que es un tipo con coherencia. Un tipo que critica lo que tiene que criticar de su partido, de su realidad política, donde él milita. Pero critica también la realidad opositora que está devastada en su legitimidad.
Muchos opositores aquí están hoy con Lacava. Yo no creo que tus amigos tengan nada que decir. Más bien te van a aplaudir. Porque, se dieron cuenta de que el único que puede poner orden aquí en esto, soy yo. ¿O quién crees tú que puede poner orden? ¿El tipo que tenía la propuesta de la oposición? ¡Por el amor de Dios! No ha podido poner orden ni en la calle donde él vive, porque él es alcalde.
Al igual que, lo que te estoy diciendo, tú vas a ver ahorita el domingo. Tenemos elecciones. Yo creo que vamos a ganar las catorce. Y la vamos a ganar porque la percepción que hay sobre lo que está pasando en Carabobo es profundamente positiva. Y yo me meto en mi Instagram y veo la cantidad de insultos que a mí me lanzan, y la mayor parte de esos insultos son de personas que no están aquí. Que no viven aquí.
Mira, ahorita El Nacional, por ejemplo, que es un periódico que yo… Mira, yo me juré que yo no voy a seguir atacando a quien yo considero un unfair player. El Nacional es un unfair player. ¿Por qué? Porque es un medio que perdió todo tipo de credibilidad.
Es un panfleto de la reacción opositora, producto del odio que tiene el propietario de ese periódico, que está en el exilio, debido a su forma de manejar las cosas… La exesposa de Miguel Henrique Otero, cuando él, creo, aún estaba casado con ella, trabajó con Chávez. ¿Entiendes? O sea, son oportunistas. Solo que se abrieron cuando se dieron cuenta de que al comandante Chávez no le podía poner la pata encima.
Ese es el tipo de legitimidad que pueden tener esas personas. Se está creando una diatriba con el tema de un supuesto concierto de Bad Bunny. Que yo había traído, que no iba a traer y tal. La verdad verdadera, y con todo el respeto que se pueda merecer Bad Bunny, yo lo entiendo. Nosotros queríamos traerlo, y en un colegio aquí, el Juan XXIII; en una reunión con los chamos de cuarto y quinto año, dije que íbamos a traer a Bad Bunny. Que yo iba a ponerme a cantar con él y tal. En la conexión esa que yo tengo con la adolescencia…
Sí, se volvió viral el video
¡Claro! Se posteó el video, y eso obligó al artista, después de la pela que le dieron por las redes sociales, a echar para atrás la posibilidad de venir para acá. Ahora, ¿esa pela se la dieron dónde? ¿Aquí o afuera? ¡Es totalmente injusto! Totalmente injusto porque para ese tipo de concierto van los jóvenes que son opositores y los jóvenes que están con el Gobierno.
¿No se iba a exigir?…
¡No se iba a pedir el carnet de la patria para poder entrar al concierto! Entonces esa es la agenda que tiene esa vetusta, ilegítima y muy golpeado liderazgo opositor. Por eso es que desaparecieron los líderes. ¿Dónde está Leopoldo López? Que fue el «paladín» de la oposición… Desintegrado. Nadie cree en él ni en su mujer. ¿Por qué? Porque la agenda de él, era la agenda que fue derrotada en la calle. La del terror, la de la guarimba, la destrucción, la muerte. Eso ya pasó y pasó también Leopoldo López.
¿Y la Mesa de la Unidad Democrática? Porque existe un desprestigio desde la misma oposición.
¿Pero por qué hay un desprestigio dentro de la MUD? En la Mesa de la Unidad hay también gente muy seria, y gente válida. Pero no toda la oposición es lo que se dice que es. Allá hay gente seria. Así como también nosotros tenemos manganzones del lado nuestro. Y lo importante aquí a resaltar es que hay un chantaje permanente a quien intenta acercarse a dialogar.
Entonces, esa deslegitimación viene producto de ese chantaje que hay; el miedo que se genera en tratar de avanzar, en dar pasos que busquen la reconciliación; que busquen el reencuentro. Que busquen el diálogo o la paz.
Eso ha generado que una persona como yo, volviendo al tema inicial, que dice lo que piensa…
… Sobresalga
… Que dice lo que piensa. Que dice lo que piensa.
Creo que eso de repente es una cualidad que se ve en usted y parece ausente: la genuinidad
Yo no voy a cambiar a los cincuenta años. Mira, a mí la gente me tilda de irreverente y de rebelde; pero yo lo que soy es un tipo espontáneo y sincero. Yo no puedo hacer cosas con las cuales yo no creo… Entre otras cosas porque me aburre y no me divierto. Yo para poder hacer algo me tengo que divertir, y no me puedo aburrir.
Yo siempre lo he dicho, y no lo escondo, yo soy un amigo íntimo del presidente de la República. A él le debo mi carrera política. Estaré aquí bajo su tutela y su supervisión hasta que a él le dé la gana de que yo esté aquí. Estoy aquí, volví de donde estaba, porque él me lo pidió.
Soy el candidato de Maduro, de Maduro y de más nadie. Porque la gente… A mí me da risa, que el candidato opositor en campaña decía: “Ese no es Rafael Lacava, ese es el candidato de Maduro”… ¡Claro que soy el candidato de Maduro! ¡Por supuesto!
¿Como si pretendieran dañarlo asociándolo con él?
¡Yo no le tengo miedo a eso! Porque uno tiene que, uno no se puede esconder, hermano. Y claro que tenemos problemas dentro de nuestro Gobierno. Lo reconocemos. Pero pareciera que, a mí cuando se me dice que yo soy el candidato de Maduro, se me desacredita. ¡Chico, el presidente está haciendo aquí un esfuerzo sobrehumano!
Y repito: Rafael Lacava es un hombre de Nicolás Maduro. Un hombre del presidente, y está luchando, batallando al lado del presidente, para que este país se reencuentre, salga de esta situación irracional en la cual nos metieron: bloqueados a nivel internacional, de manera insensata.
Y, volviendo a usted como una figura presidenciable, porque, nuevamente, es algo que yo he escuchado desde la oposición. Y se ve como una amenaza. O sea, se cree que usted como figura presidenciable, puede de alguna manera convertirse en un candidato ameno para ambos bandos, que pueda continuar con el chavismo. Es decir, en la oposición existe un rechazo general a la administración de Maduro; pero por esta simpatía que genera, existe este terror de que se vote a favor de su candidatura y se continúe perpetuando el chavismo.
¡Que se vayan acostumbrando!
Mira, no, en serio, te repito: yo estoy aquí para resolverle los problemas a Carabobo y para ayudar a mi presidente en algunos temas de gran envergadura a nivel nacional, en los cuales yo considero que puedo dar mi opinión desde esta trinchera que tengo en este momento, que es superior a la que yo tenía hace un tiempo, que era la alcaldía de Puerto Cabello.
Por ejemplo, en el tema económico yo he dicho algunas cosas, sobre todo en política monetaria y cambiaria. Porque pareciera que esta página web, Dolar Today, le rige la vida a todos los venezolanos. En 100 metros cuadrados, con seis, siete computadoras; y un poco de zánganos que están ahí en Miami con un rencor tremendo. Esos fueron los que se robaron la plata de los bancos, salieron corriendo con su dinero; y esa es la realidad que a nosotros nos está rigiendo la vida.
Han quebrado una cantidad de empresas producto de esa página. Porque en dos, tres días el dólar sube; luego baja. Una cuestión totalmente irracional. Ahora, nosotros en el chavismo hemos sido incapaces en controlar eso. Eso está claro. Y yo espero que se tomen ciertas acciones pronto. Yo sé que el presidente está actuando precisamente para salir de esta situación con esta gente.
Todo para poder permitirle a la gente trabajar aquí. Por cierto, industriales, empresarios, muchos de ellos opositores al Gobierno; han sido profundamente golpeados por esta política insurreccional de Dolar Today. Y eso es lo que la gente no ve. Y producto de esa misma situación es que la oposición está tan golpeada a nivel político-electoral.
Al final acabaron con su propia gente. Llamaron a marchar y a inmolarse la gente en la calle, y después salieron a participar en las elecciones ellos mismos. ¿Qué tipo de oposición tenemos aquí? Dolar Today quiebra a los empresarios que están en contra del Gobierno y los arrodilla casi a la máxima expresión del drama económico que viven. Todo producto de una página web que manejan opositores al Gobierno. Porque tú no me vas a decir a mí que eso es producto de los cálculos en materia de paridad cambiaria… Eso tiene una connotación netamente política.
¿Hace referencia, entonces, a una especie de canibalismo?
Claro, y fíjate lo que está pasando. Después tienes a otros políticos, que viajan al exterior a pedir sanciones e intervenciones militares en contra de Venezuela. Obviamente eso también tiene destrozada a la industria, al comercio, a quien trabaja, a quien emprende y a quien arriesga.
Pero ya va, ¿cómo ve la situación hoy, en general? ¿La ve positiva o negativa?
Bueno, yo soy un tipo optimista, porque tengo que serlo. Entre otras cosas porque acabo de ser electo. No puedo tener otra visión distinta a la que te estoy comentando. Ahora, lo que sí veo es que existe una disposición, así sea por descarte, de entendernos para poder salir del abismo hacia donde se nos llevó. Y eso puede hacer posible que Venezuela pueda avanzar. Reencontrándose y dialogando.
Vamos a ver qué sale ahora de este diálogo convocado por el presidente de la República en República Dominicana. Ojalá haya la suficiente madurez por parte de los actores, sobre todo los de oposición, para que aquí se pueda avanzar en ese bendito diálogo; y avanzar en la resolución de los problemas que tiene Venezuela. Sobre todo desde el punto de vista económico. E intentar la despolarización política.
¡Aquí no sobra nadie, hermano! Aquí hacen falta todos. Los de oposición, lo del Gobierno, los ni-ni. Todos los venezolanos hacen falta para reconstruir este país. Ahora, no va a ser con las sanciones de Donald Trump como nosotros vamos a reconstruir el país. No va a ser con esa agenda de bloqueo. Esa agenda insurreccional que ya ha fracaso desde el 2002 hasta esta última… ¡Y esta gente no termina de entender que esa no es la vía! ¡Que esa no es la vía!
Esta no es la primera vez que lo vemos. Nosotros venimos de golpe de Estado; paro petrolero; de guarimbas en el 2004; de referendo revocatorio… Aquí nunca se ha reconocido la victoria del chavismo, nunca. Aquí cada vez que la oposición pierde, aquí hay fraude. O sea, nosotros estamos esperando todavía las pruebas del referendo revocatorio que ganó el comandante Chávez en el 2004 cuando Henry Ramos Allup, con esa cara de… de… Bueno, de derrotado y de drama, le dijo al país que en cuarenta y ocho horas le iba a presentar al país las pruebas del fraude. Eso fue en el 2004. Trece años después, estamos esperando todavía las benditas pruebas.
Usted habla de que el país debe ser reconstruido. ¿Es decir que está destruido?
Bueno, está muy golpeado.
Estamos golpeados, ¿hay que reconocer entonces que impera una crisis en el país?
Bueno, evidentemente en un país que está bloqueado. En un país que no puede refinanciar su deuda por unas sanciones alocadas de este sicópata que gobierna los Estados Unidos… Ayer acaba de pasarse por encima del derecho internacional, de todas las resoluciones de la ONU; de la comunidad internacional, como si eso no fuera con él; como si eso no tuviera nada que ver con él; decretando a Jerusalén como la capital de Israel. Contraviniendo todo el derecho internacional, hermano. De un solo plumazo. Entonces ese es el mismo tipo que nos sanciona a nosotros. O sea, no puede ser. ¡No puede ser!
Es evidente que el país sufre. Porque el sistema financiero internacional depende de los Estados Unidos y nosotros hemos sido muy golpeados en nuestra industria, en el equipamiento de nuestras Fuerzas Armadas; en nuestro reacondicionamiento tecnológico; en el tema de las telecomunicaciones; el tema de los alimentos, de la industria farmacéutica… O sea, ¡en todo!
Estados Unidos pone un veto. Entonces es mucho más difícil la recuperación… Claro, sin menoscabar los errores que hemos cometido nosotros.
Claro, pero hay que tomar en cuenta que la administración de Donald Trump lleva, cuánto, ¿once meses?
Bueno, pero estos once meses han generado un drama para Venezuela. Mira, tú mañana, al Gobierno de Panamá, al de Costa Rica, al de México, o al de Estados Unidos; el de Alemania, Francia, Reino Unido o China; le dicen: “No puedes refinanciar tu deuda bajo ningún concepto y están prohibidas todas las transacciones con bonos de la deuda pública”… Y en veinticuatro horas todos estos países tienen que decretar un default. ¡Veinticuatro horas! Eso es lo que se está aplicando a Venezuela.
O sea, te voy a poner un ejemplo: la gobernación del estado Carabobo tiene que comprar unos camiones compactadores de basura. Se compran en Centroamérica. Bueno, eso hay que triangularlo entre tres, cuatro empresas, porque yo no puedo comprar directamente eso porque nuestro Gobierno está sancionado.
¡Qué racionalidad puede tener eso! Es que tú puedes estar en contra de lo que aquí ha pasado; pero eso es irracional. Y eso fue propiciado por políticos de la derecha venezolana. Además derrotados en lo electoral… Derrotados en la calle. Y ese ahora es el planteamiento que llevan a nivel internacional en contra del Gobierno. ¿Cómo quieres tú que estemos aquí?
¿Pero, todo es atribuible a las sanciones, según usted?
Todo no. Te lo estoy diciendo. Solo que una gran parte, que se intenta desconocer, es producto de la actitud irresponsable de una cantidad de políticos de oposición que propiciaron el caos para poder deponer insurreccionalmente un Gobierno legítimamente electo.
Mira, Orlando, antes de las guarimbas del 2014, cuando Leopoldo López —irresponsablemente— llamara a ese desastre nacional… Él va a pasar a la historia como el tipo que lo que generó fue destrucción. Porque después de que pasó esto, ahora lo podemos decir: el culpable de eso es él. Y él tendrá que enfrentarse a la historia por sus actos. Nosotros nos enfrentaremos a la historia con los nuestros, pero él también lo tendrá que hacer.
Antes del 2014 aquí había relativa estabilidad. Aquí la economía se movía, con sus problemas, pero se movía. Desde el 2014, con la insurrección generada de calle por Leopoldo López, el país comenzó a estar así. Coincidió también, claro, una disminución del precio del barril de petróleo; pero un gran caos en lo social, y en una confrontación política irracional, sin precedente en este país.
Desde la oposición existe una voluntad de cambio de régimen; y una de las alternativas a la que se acude es a la de profundizar la crisis para que eso genere inestabilidad y suceda en un cambio de régimen…
… Bueno, creo que no hay que ser un genio para poder llegar a eso.
Pero, ok, está esa voluntad de un sector particular de la oposición —y que además, según lo que usted dice, ha sido mediocre en llevar a cabo esta lucha contra el chavismo—; pero que se está enfrentando contra la «Revolución Bolivariana». Una Revolución que gozó de los mayores ingresos petroleros de la historia contemporánea del país. Contó además con la complicidad de gran parte de Latinoamérica. ¿Qué tanto poder, pues, tiene esa oposición aparentemente mediocre para generar esta crisis? Porque yo creo que podemos coincidir en que la situación hoy es bastante dramática
Tenemos un problema. Es un problema importante, pero no tan «dramático» como lo presentan a nivel internacional. Eso también hay que reseñarlo. Tú ves por ejemplo, todos los medios contrarios al Gobierno, el planteamiento que hacen aquí es del «holocausto», de la «crisis humanitaria», y eso no es así. Tenemos un problema, pero tampoco es un holocausto.
Están todos estos informes; como el de Caritas, la ONG de la Iglesia Católica…
… Bueno, todos partidos políticos de la oposición. Todos. Incluyendo a la Iglesia Católica, con quienes yo tengo relaciones extraordinarias. Pero tú ves como declaran los obispos de la Conferencia Episcopal, y ahí tú no podrás pensar jamás que hay equidad en las declaraciones, ni en los planteamientos.
Claro, pero, no es solo Caritas, que además señala que la desnutrición va por 68 %. De acuerdo con la asociación civil Convite la escasez de medicinas es de 90 %. Ecoanalítica dice que la inflación va para 1.400 % a finales de este año. La impunidad, de acuerdo con el Observatorio de Violencia, es de 98 %. Bueno, son cifras, que pudiesen ser de ONGs…
… Te tengo una pregunta Orlando: con todas esas cifras que tú me das, ¿qué sería lo más lógico si eso fuese tan cierto como lo planteas? Lo más lógico es que cada vez que haya algún evento electoral, el Gobierno pierda las elecciones.
Vamos a preguntarnos, porque cuando usted va a votar, usted lo hace la urna electoral y usted. Y la respuesta para esto no puede ser siempre: “Fraude del CNE”. O sea, yo gané las elecciones hermano. Las gané. Me monté en burro, me quité la camisa, me tiraba al piso, cantaba reggaeton. Le llegué a la gente. Y el tipo de la oposición tuvo que reconocerlo. Primero canta fraude y después va y lo reconoce.
¡Esa es la oposición venezolana hermano! Porque los obligan a decir cosas que no son. Pero la verdad verdadera es que yo gané las elecciones. O sea, el candidato del chavismo en Carabobo ganó las elecciones. La gente votó por mí. Y yo tenía 35 puntos de desventaja cuando yo arranqué esto. ¿Entonces qué me vas a decir? ¿Que hubo fraude?
Ahorita vamos a unas elecciones municipales el 10 de diciembre. La oposición venezolana, ante la derrota del quince de octubre en regionales, ahora dicen que no están dadas las condiciones para asistir a un evento electoral. ¡Otro error catastrófico de la historia de esta… oposición! No participaron. Entonces tuvieron que participar solapadamente. ¿Pero entonces cuáles eran las condiciones que no se dieron para participar?
Vamos a hablar de Carabobo, no hablemos de todo el país para hablar de algo que me consta a mí. O sea, el candidato de oposición dijo que yo lo había derrotado, que mi victoria era limpia. Él participó después de haber sido parte integrante de las guarimbas que se superaron en el 2017. Participa. Pierde. Reconoce que perdió porque el candidato del Gobierno era más buenmozo y tenía más votos que él. ¡Y de un día para otro, en cuarenta y ocho horas, dice que no participa en las municipales porque no hay condiciones!
¿Qué te puedo decir? ¡Es una incoherencia total! Entonces, ese «holocausto» del cual habla El Nacional o Dolar Today, se debería reflejar en el evento electoral. Y yo te puedo garantizar que de aquí, de 14, vamos a ganar las 14. Incluyendo San Diego.
¿Seguro?
Te lo aseguro. Lo siento.
La oposición esgrime el argumento del fraude; pero es que desde hace tiempo se podría decir que no hay democracia. No quiero ahondar en esto; pero cuando usted me asegura esto, ¿no está asomando eso mismo?
¿Y por qué si yo tengo más votos que los demás? ¿Cómo hacemos? Porque si yo los nombrara a dedo, a los alcaldes, sin elecciones… Mira, yo estoy convencido de que yo las voy a ganar, las catorce.
¿Quién pudiera el 11 de diciembre, con el escenario que tiene Carabobo hoy… —mira, Carabobo tiene hoy a un líder popular, sabes. De verdad. No es un líder de mentira. Un tipo que tiene conexión con la calle. Tiene votos de verdad. Votos que inclusive, los propicia él. De un lado y del otro. Entonces, si yo gano las catorce alcaldía, ¿el once de diciembre, qué? ¿No me lo van a reconocer? ¿Que hice fraude? ¡Yo no acepto eso! ¡Que se cuenten para ver quién tiene más votos!
Porque por ahí andan un poco de manganzones de la oposición tratando de cuadrar conmigo hoy.
¿Ah, sí?
¡Claro! Tratando de cuadrar cosas. Y yo les digo: “Hermanos, ganen y después cuadramos. ¡Cuéntense para ver si tienen más votos que yo! ¡Cuéntense!”.
¿Qué le piden?
Bueno, tratando de hacer pactos. “Que si yo te retiro este de aquí, tú me apoyas en este otro lado porque, yo voy a …”. Hermano, yo voy con mis catorce candidatos y ya.
Y esa es la misma oposición que dice que jamás pactaría con el chavismo
Los que dicen eso. Yo voy con mis catorce candidatos. Vamos a contarnos y vamos a ver quién tiene más votos y quién gana. Ahora, si un candidato de la oposición resultara ser electo, porque derrotara a uno de mis candidatos, tendría todo el apoyo por parte del gobernador. Todo. Irrestricto. Y se trabajaría en conjunto. ¿O es que el municipio donde él va a gobernar no depende de mí también? Yo no tengo complejo de eso, hermano. Pero me tienen que ganar.
Así es la democracia. Las mayorías deciden y las minorías acatan. Claro, a las minorías hay que respetarlas; pero tienen que acatar la decisión de la mayoría. Y eso es lo que vamos a ver el 10 de diciembre; para ver si todo esto que se dice con respecto a Venezuela… Porque aquí, en España, tú ves los periódicos españoles: “El dictador Maduro”. Pero entonces allá quieren hacer un referendo para que los catalanes puedan expresar lo que piensan y les cayeron a palo —y ese tema de Barcelona lo conozco bien, oíste. Porque yo viví ahí tres años.
Cuando yo llegué ahí el independentismo catalán tenía 5 %. Después que le cayeran a palo a la gente con actividades bochornosas, ¡bochornosas! Porque ahí no había guerrilla urbana. Ahí lo que la gente quería era votar, y les cayeron a palo. Y esos son los mismos que liderizan en Europa el intento de sanciones contra Venezuela por cuestiones de Derechos Humanos.
Aquí sí hubo una guerrilla urbana para deponer al Gobierno legítimamente constituido y electo. Y fíjate tú: al final, Orlando, yo estoy en esto y yo defiendo mi verdad. Yo tengo muchos defectos, muchos errores. Los reconozco. Muchas carencias, también las reconozco. No me da pena enmendar cuando hice algo mal. Echar para atrás. Pero mi verdad la tengo que defender y lo que se está haciendo en contra de Nicolás Maduro, que es mi presidente, y contra mi país, es una locura, ¡irracional!. Un disparate.
A mí no me van venir: “No, que la Asamblea Nacional Constituyente…”. Todo lo que se ha hecho aquí se ha hecho preguntándole al pueblo. Y cuando hemos perdido las elecciones lo hemos reconocido. O sea, lo que yo estoy planteando lo hago porque tengo la convicción de que es así. Se está actuando de forma irracional con respecto al tema de Venezuela. Y esa irracionalidad viene producto de una polarización política tremenda y una respuesta irracional por parte de los perdedores.
Entonces, ¿cómo nos vamos a entender? ¿Cómo nos vamos a componer en esto? Repito: yo voy a decir lo que yo pienso. Cuando hay saboteo en el agua lo digo, y cuando es mediocridad, también. Lo mismo de la parte eléctrica: el sistema eléctrico está colapsado. Si tú me preguntas: “¿Por saboteo?”. Sí, ha habido saboteo. Lo hemos comprobado. Robo de cables, intentos; pero de verdad, bueno, aquí hay una falta de inversión en el sistema eléctrico tremenda.
Durante muchísimos años al frente de la corporación eléctrica nacional; bueno, estuvieron personas que no estaban capacitadas para conducirla. Y eso hay que decirlo. Eso me consta a mí porque lo viví yo cuando era alcalde con el tema de Plantacentro y Corpoelec; que denuncié a unos sindicalistas bandidos, ladrones y choros, que estropeaban las turbinas para que salieran de servicio y poder cobrar más horas… O sea, un desastre. Unas mafias enquistadas.
Y bueno, esas mafias en algún momento se lograron apoderar del sector eléctrico e hicieron muchísimo daño. Muchísimo. Porque tú no puedes seguir solamente premiando a la gente porque sea leal ideológicamente a ti.
Reconoce que hay fallas…
… Claro que las reconozco; pero por supuesto.
¿Cuáles serían las principales?
El tema económico.
¿Pero en qué falló?
Yo considero que el mercado existe. No lo puedes obviar.
A ver: desde el mismo chavismo se insiste en que lo correcto es seguir controlando los precios. Si suben, esa es la solución. Se pide regular más la economía.
¡No creo en la regulación!
¿No cree? ¿Y cree en el libre mercado?
Sí creo en el libre mercado.
¿Qué cambiaría Lacava si tuviese que administrar el país?
Yo creo que una economía donde el sector privado pueda operar en base a las leyes del mercado con un control férreo por parte del Estado para que ese sector privado no genere los desmanes que durante muchos años; en el pasado, en la Cuarta República, generó creando una fábrica de pobres y de excluidos en este país.
¿Sería una economía mixta?
Por supuesto. El Estado tiene que tener el control férreo de lo que pasa en la economía, pero creo que su participación como empresario debe ser reducida al mínimo. Solamente con sectores estratégicos de la economía: el energético, telecomunicaciones, el eléctrico —pero solo en materia de producción y transmisión, porque yo no creo que la distribución deba estar en manos del Estado, sino mira los resultados que tenemos.
El tema de los controles. ¿Qué se ha controlado? Tenemos una hiperinflación galopante. ¿Hay una guerra económica? Sí la hay.
Existe un control de precios arduo…
Bueno, ¿pero qué ha controlado el control de precios? ¡No ha controlado absolutamente nada!
Entonces no sirve
Bueno, no sirve. Yo no estoy de acuerdo con el control de precios, de la economía. Porque nosotros tenemos que buscar otros mecanismos y el Gobierno lo está haciendo. Porque lo que sí tiene que tener claro el portal, el que escribe; lo que sí tiene que quedar claro es que a nuestro Gobierno se le ha declarado una guerra económica. Eso no es mentira. Eso está probado. Y aquí hubo muchísima gente que jugó para atrás para intentar desestabilizar el país.
Ahora, yo en lo personal creo que, más allá de eso, que lo tenemos y lo estamos combatiendo, hay algunos temas en los cuales nosotros tenemos que avanzar. Nosotros tenemos que darle más flexibilidad a la economía. Más apertura.
Usted habla de guerra económica. Recientemente unos altos ejecutivos de PDVSA fueron detenidos. Ahí se está reconociendo que hubo problemas internos. ¿No sería también una guerra declarada desde el mismo chavismo ?
Cuando tú te das cuenta de que tú fuiste desfalcado y tienes ya las pruebas; el Estado de derecho actúa y va y apresa a quien ha delinquido. Y eso fue lo que pasó en este caso. Eso demuestra una vez más que aquí no hay vaca sagrada. Aquí no hay, bueno, gente que no se pueda tocar. No hay intocables. Y eso dice mucho de la seriedad del Gobierno, hermano, y eso lo tienen que reconocer.
O sea, lo que está pasando en PDVSA; esa olla que se destapó —que la destapó el Gobierno y la Fiscalía— dice mucho de cómo asume el Gobierno la lucha contra la corrupción. Entonces siempre se le da la vuelta a esto. ¡No vale! Se demostró que ahí se robaron un poco de plata y bueno, ¡qué pague la gente que se robó los reales! Punto.
¿Se ha corrompido la Revolución?
En el caso de PDVSA sí.
Bueno, porque ustedes tuvieron por muchos años a la fiscal general Luisa Ortega Díaz que ahora resulta que es disidente…
… No solamente disidente. Ya va, disidente en lo político. Porque yo lo creo fue que le agarraron ese poco de real que tenía guardadito por ahí que se robó y entonces la pusieron en contra del Gobierno porque sino le iban a quitar los reales. Eso es todo el cuento de la fiscal general de la República.
¡Eso es! ¡Ni más ni menos! Se robó un poco de plata, porque el marido tenía una mafia de extorsión para quitarle plata a la gente para tener prorrogativas en la Fiscalía; le depositaron millones de dólares, se los capturaron y se los iban a quitar si no se le volteaba al Gobierno. Eso fue lo que pasó.
¿Y qué opina del socialismo?
¿En qué sentido?
En el sentido de que se intentó implantar; y ha llegado un momento en el que es urgente realizar cambios… ¿Se desvirtuó lo que se buscaba? ¿O es que el socialismo siempre tiene que terminar enfrentado a Estados Unidos y a todos estos enemigos externos? ¿Por qué se tienen que hacer cambios después de 18 años de socialismo?
Porque la vida es cambiante hermano. Cuando yo llegué a la política no existía Mark Zuckerberg. Él va a ser presidente de Estados Unidos. Escríbelo. Y no hay nada ni nadie que pueda evitarlo; a diferencia de Lorenzo Mendoza…
…¿Qué le parece que se impulse su candidatura?
Perfecto. Aquí estamos en un país libre y democrático. Todo aquel que quiera postularse, a ser presidente, a ser diputado, gobernador, a lo que sea, que salga a contarse.
Ahora, lo que tú me decías del socialismo: para mí, como planteamiento es correcto. ¿Cómo tú no puedes estar de acuerdo con la justicia social, con la igual de oportunidades, la salud, la educación gratuita? ¿Cómo no se puede estar de acuerdo con que el hombre esté al centro de la toma de decisiones? De eso es lo que se trata el socialismo. Ahora, cuando tú implementas ciertas cosas y las estás forzando y las distorsionas… Eso no es socialismo.
¿Cree que entonces no impera un socialismo en Venezuela?
No, no, sí imperamos como socialismo. Lo que pasa es que hay una serie de temas que hay que corregir producto de una serie de distorsiones que se han creado y de un ataque frontal que ha tenido la Revolución Bolivariana de agentes tanto internos como externos.
Porque en los países nórdicos: Noruega, Suecia, Dinamarca, se han desarrollado a punta de socialismo; y yo no veo a nadie criticando al socialismo allá.
Fíjate tú el caso de China. Tiene un modelo interesante. Por un lado tiene una visión socialista de la tierra, del tema político… Es una cosa… Yo todavía no la logro desmenuzar. Pero con el tema económico son profundamente abiertos, ¿no? Y van. Tiran y encogen. Van y vienen.
¿Tú te acuerdos de los años noventa, cuando hubo el tema de la Plaza de Tiananmén, que eso fue condenado a nivel mundial? Nadie habla de eso. Pero de Venezuela, cuando el Estado intenta corregir un estallido insurreccional de orden público, entonces eso sí es violación a los Derechos Humanos.
A ver, le tengo unas preguntas con respecto a eso último. No quiero ahondar en el tema; pero debemos tocarlo. Hay fallas importantes. Al menos un sector amplio de la población siente que nada va bien. Es decir, ¿usted reconoce que hay motivos para protestar en el país?
Sí.
Y de abril a julio una parte de la población salió a protestar —todo lo demás, que si se desvirtuó o no, es otra cosa—; pero, ¿reconoce entonces que esta parte de la sociedad salió a protestar aferrada a su legítimo derecho y además por razones válidas?
Hubo una parte de la población que lo hizo en base a ese criterio que tú planteas. Y hubo un respeto total con quienes salían a protestar pacíficamente por un ideal. ¿Cuándo sucede el problema? Cuando se interviene la protesta por parte de esta gente que manejaba la agenda insurreccional y la convierten en violenta porque es una agenda insurreccional; y se infiltran francotiradores, generan caos, queman a la gente, queman instituciones, autobuses… La locura, pues. ¿Qué le queda al Estado? Intentar controlar esto.
¿No cree que hubo excesos?
Los excesos cometidos en ese momento, en medio de esa guerra campal generada por estos irresponsables con la agenda insurreccional, esos excesos fueron sancionados y las personas que los cometieron están encarceladas. Eso también hay que decirlo, porque en el exterior eso no se sabe.
Pero, oye, hubo más de 130 muertos. Y la mayoría, sino todos, fueron muertos de la oposición. ¿Por qué si hubo tanta violencia no hubo bajas entre las fuerzas del Estado?
Había que ver cada caso para ver cómo murió cada persona. Habría que ver…
… Si, bueno.
Y yo te puedo decir que la gran parte ahorita de esas personas que murieron no lo hicieron en mano de las fuerzas policiales.
Repito: allí había una agenda insurreccional. Esa agenda lo único que buscaba era tumbar al Gobierno. No había otro objetivo sino tumbar al presidente Maduro. No lo lograron. Fueron derrotados. Resultado: lo que vemos hoy.
Volviendo a usted: cambiaría algunas cosas en el área económica; liberaría aspectos de la economía; ¿qué más? ¿qué otros cambios? ¿cómo sería su modelo de Gobierno?
Es que yo gobierno al estado Carabobo. Y bueno, es el que estás viendo. Mira, creo en la empresa privada. Fomento la propiedad privada porque es necesario tener un sector industrial, empresarial, fuerte. Tutelado por el Gobierno. Impulsado por el Gobierno y controlado.
Creo en la salud gratuita, oportunidad y de calidad. Creo en la educación gratuita, que haya oportunidad y sea de calidad. Creo que que la mayor parte de los recursos deben ser destinados a fortalecer los sectores populares que son los más necesitados, porque yo soy un hombre de izquierda.
Creo en los planteamientos de justicia e igualdad de oportunidades sobre todo para quienes más debilidades tienen. Porque para eso están los gobiernos, para compensar las debilidades. Ese es mi Gobierno. Gobernar para todo el mundo. Para el que votó por mí y para el que no votó por mí. Escuchar a todos. Al que me critica constructivamente y al que me critica destructivamente. Porque no me interesa. Me metí en esto y tengo que calármelo.
Por ejemplo, El Nacional me critica de manera destructiva, pero como yo no soy como era antes, ahora le respondo con más moderación. Porque entiendo también, Orlando, que ese es mi rol. La gente espera mucho de mí, hermano. Hay muchas de las cosas, producto de mi carácter, que tienen que ser modificadas. Y eso no quiere decir que yo cambie mi forma de ser; sino que bueno, hay algunas debilidades que yo tengo… Por ejemplo, la explosividad que hasta hace poco siempre he tenido; bueno, la tengo que moderar.
Si llegara al Ejecutivo, ¿quitaría las regulaciones a las drogas? ¿las legalizaría?
¡Oye, no entiendo por qué! ¡Todo el mundo dice que yo soy periquero!
No, ya va, ya voy a ir a eso…
Mira, yo soy abstemio.
Ya voy a eso, pero le pregunto porque creo que es un tema fundamental que jamás se debate; y debía aprovechar.
No, no estoy a favor. No chico. No puedo estar de acuerdo con eso porque las drogas son adictivas, y una cosa lleva a la otra. Así como no estoy de acuerdo, por ejemplo, con la ingesta irresponsable de alcohol, que también genera situaciones muy complicadas. En los sectores residenciales la gente se pone muy violenta cuando se rasca.
Mira, yo en mi vida habré hecho como diez o quince conciertos gratuitos con artistas internacionales; y en esos diez, quince conciertos, si sumas la cantidad de personas, yo creo que pasa el millón. Y jamás hubo un problema. ¿Tú sabes por qué? Porque jamás permití que se ingiriera alcohol en alguno de los eventos que yo hiciera. ¡Jamás! Y ahí están los resultados. Eso quiere decir que yo tenía razón.
Ayer por cierto, casi 100 mil personas. ¿Sabes cuántas son 100 mil personas?
Era para que pasara de todo.
Imagínate un Barcelona contra el Madrid, hasta el tope, metidas ahí todas en una calle. Y que no pase nada… O sea, no, no. No soy así.
Y, con respecto a lo que usted mencionó: ¿por qué cree que se ha generado todo esto de la droga y de que usted aparentemente consume?
Bueno, por la forma como soy. Mira, yo lo que sí; y te autorizado para que lo escribas: si tú me hicieras a mí un doping, yo saldría positivo. Por la cantidad de adrenalina que yo tengo.
Es que se nota. Imagino que por ahí va…
… La adrenalina mía es…
¿Es hiperactivo?
Impresionante. Yo estoy aquí y ya estoy obstinado de estar contigo. Ya estoy empezando a temblar, que ya tengo que salir para la calle.
Pero mira, yo ni tomo. No fumo. El único vicio que tengo, cuando puedo, es que me gusta fumar buenos habanos. Y muy buenos habanos. Me gusta el Mágnum 50 de H. Upmann, el Montecristo Open, que son mis preferidos —anótalo para que lo escribas ahí que siempre salen esos, que van a regalar algo al gobernador, pues que le regalen buenos tabacos cubanos, ¡cubanos! No me traigan tabacos nicaragüenses, ni dominicanos, ni republicanos porque no me los fumo; tabacos cubanos y Siglo VI Cohiba—. Un tabaco cada quince o veinte días, porque me hacen mucho daño. Yo soy operado de cáncer, a mí me quitaron un riñón; y entonces tengo que tener cuidado, porque estoy vivo de chiripa.
Tiene buenos gustos…
… Claro, ¡siempre!
A ver, quería preguntarle también, haciendo referencia a todo esto que se está hablando sobre usted. Se dice que la política se ha desvirtuado en Venezuela. Algunos piden volver a esta presunta política de altura, la que es de camisa y corbata. Y ahora vine usted e irrumpe en el escenario político —por cierto, transformándose inmediatamente en un fenómeno, pienso que hasta digno de estudiar en algún momento—; y esto genera mucho ruido desde la oposición: “Llega Lacava, que escucha reggaeton, habla de Bad Bunny, es explosivo”. ¿Usted cree que esto es lo correcto ahora? ¿Es esta la dirección que debería tomar la forma de hacer política en Venezuela? ¿Es pertinente?
Bueno, yo no solo hablo de Bad Bunny.
Mira, el mundo está cambiando de manera vertiginosa, producto de la información en tiempo real, de la manera cómo viaja y cómo accede la gente a ella. Yo creo que todos los sectores de la sociedad, incluyendo la política, también tienen que ir al ritmo de ese cambio hermano; porque si te quedas atrás te pasan por encima. La gente lo que quiere es resultado hermano. La gente no aguanta discursos estériles, vacíos y trillados.
Mi generación fue una generación de transición de los años ochenta, noventa, porque no éramos ni chicha ni limonada. No éramos la generación de los sesenta ni la de la posguerra; pero tampoco la tecnológica. Fue una generación en el medio, que era como un vaso comunicante entre el mundo moderno digital y bueno, entre ese mundo que se recuperaba de dos guerras mundiales; de hambrunas. Y a mí me tocó ser político en una época donde el tema tecnológico se hizo parte integrante de la política. Y me tuve que adaptar.
Ahora, ¿por qué se me da bien? Bueno, porque es que probablemente las condiciones mías, características: soy un tipo de calle, que ha viajado mucho —porque viajaba desde muy niño. Soy un tipo que no tiene miedo en la política. No sé si esa falta de miedo viene a que yo era extremadamente miedoso cuando era chamo.
Yo jugaba fútbol, y cada vez que jugaba todo el mundo me quería caer a golpes. Yo era muy bocón y muy burlista; entonces muchas veces a mí no me interesaba ganar, sino era hacerte un caño y burlarme. Entonces la gente me quería siempre entrompar. Y yo era muy quejón y yo no peleaba. Y yo no sé qué me pasó hermano cuando llegué a la política. Debe ser que fue un rebote de ese miedo en mi juventud. Y se me quitó el miedo a todo. No le tengo miedo a nada.
Entonces claro, cuando tú pierdes el miedo en la política y puedes hacer y decir cosas…
… Te vuelves peligroso
Más allá de la peligrosidad que tú representes; la gente lo percibe de manera positiva. Entienden que tú estás es para ayudar a la mayoría y no a grupitos. Tú no eres chantajeable.
Esto amenazaría los intereses de muchos
Bueno, tendré que tener cuidado. Pero, repito, cuando usted pierde el miedo… ¿Qué tenía Chávez de increíble? No tenía miedo. No tenía miedo en expresar sus ideas, en defender sus principios. En defender la esencia de lo que él representaba para el país, que era la independencia como colonia que históricamente habíamos sido en el siglo XX de los Estados Unidos. Y eso le valió, bueno, el rechazo de estos Gobiernos occidentales. Yo no tengo miedo en hacer las cosas que tengo que hacer.
Entonces usted, como le dije, es un fenómeno. Si usted decidiera lanzar su candidatura —porque si en la oposición se habla de ello, yo imagino que en el chavismo muchísimo más—; ¿existiría la libertad dentro de su partido para aceptar eso?
Bueno, mientras Nicolás sea candidato yo no voy a ser candidato. Repito: yo voy a hacer lo que me diga el presidente de la República. Soy leal a él. Soy subordinado a él y lo seré toda mi vida. Ahora, el día que él deje de ser presidente, porque se fastidie o considere que se tenga que retirar, no sé dentro de cuántos años —espero que dentro de muchos—; y todavía estoy por ahí; if I’m around, como dicen, y hay la posibilidad, pues bueno. ¿Por qué no? Yo creo que todo político tiene aspiraciones. Por ahí decía alguien que “todo el que respiraba, aspiraba”. Pero mientras esté Nicolás al frente de esto, no.
¿Pero sí desearía ser presidente?
¿Por qué no? Bueno, quién quita. Repito: todos los políticos tienen aspiraciones —ahora, no vayas a titular con eso: “Lacava quiere ser presidente”. Porque eso es lo primero que hacen. Pero repito: no me quita el sueño. ¿Posibilidades? Ya veremos. ¿Me gustaría? Bueno, ¿por qué no? Si fui alcalde, soy gobernador, fui embajador, fui diputado. A mí lo que me falta es ser obispo. Pero en este momento por supuesto no está planteado y estoy resteado con Nicolás y voy a salir como un huracán a buscarle votos.
¿Y qué opina sobre lo que está ocurriendo en el municipio Libertador, con la candidatura de Erika Farías y que está la de Eduardo Samán, quien supuestamente goza de más popularidad? Y entonces ahora Samán critica al PSUV…
Bueno, ni que Eduardo Samán fuera el propietario del PSUV. El PSUV toma sus decisiones en base a los intereses que consideran convenientes para la organización política en la que militamos y por supuesto la que nosotros representamos y somos las grandes mayorías. Y creo que Érika Farías es una extraordinaria candidata y va a ser una extraordinaria alcadesa de Caracas.
Al hablar de esto, recuerdo el 2012, cuando Hugo Chávez, acá en Carabobo, frente a la gente, que pedía que usted fuese el candidato, Chávez decidió que no. Que para el momento lo oportuno era Francisco Ameliach. ¿Por qué cree que Chávez tomó esa decisión?
Probablemente en ese momento consideró que Francisco era más apropiado como candidato y a mí me pareció eso correcto y lo apoyé de manera ipso facto. El mismo día convoqué a una rueda de prensa para el día siguiente y ahí le di, obviamente, todo el apoyo a Francisco.
Y fíjate, eso es importante resaltarlo porque a veces a mucha gente se le olvida. Fíjate tú la actitud de algunos cuadros políticos, no irreverentes ni rebeldes, sino indisciplinado, que es otra cosa. Acosta Cárlez fue candidato en el momento en que el PSUV había elegido en unas primarias a Mario Silva para ser su candidato a la gobernación de Carabobo. Y con los votos de Acosta Cárlez se le permitió a la derecha y a los Salas, regresar a la gobernación del estado Carabobo.
Fue una indisciplina de Acosta Cárlez. Y yo se lo reclamé después. Lacava, que tenía más apoyo que Acosta cuando decidió volver a lanzarse, lo primero que hizo fue disciplinadamente aceptar para que el candidato que el partido escogiera fuese el nuevo gobernador. Así actúa un cuadro con disciplina.
A Henri Falcón le dieron tres pellizcos y se fue para el otro lado. Lacava no es así. A Lacava no le pueden decir absolutamente nada de eso.
¿Y cómo es su relación con Ameliach?
Buena.
¿Y qué fue lo que ocurrió? Porque hubo mucho ruido sobre lo del galpón y el supuesto acaparamiento…
… Bueno, redes sociales. Hay cosas en las redes sociales que manipulan. Hay cosas buenas y cosas malas. Pero en lo absoluto. Ningún tipo de problema con Francisco. Es mi compadre. Padrino mío.
¿Tienen una muy buena relación?
Perfecta.
Ya para terminar. Ha hablado de su forma de ser, que es al final lo que ha concentrado la atención es usted. ¿Tiene todo planeado? ¿Estructurado? Por ejemplo, lo que ocurrió en Globovisión, que llamó mucho la atención, cuando usted llegó con el burro. ¿Eso fue planificado?
Se me ocurrió el día anterior. Eso fue un lunes y se me ocurrió el domingo a las siete de la noche. Lo bravo fue el tipo que me consiguió el burro…
…¿Cómo fue eso?
Bueno, al asistente mío habría que darle un premio. En menos de tres, cuatro horas, me puso en burro ahí en La Florida para yo bajar con él para Globovisión.
¿Y ese burro qué?
Es una burra. Se llama Mérida. Y el bandido este le puso Dorothy.
¿Y quién era el chamo que arreaba al burro?
El chófer de la limosina. ¿Tú te sabes ese cuento, no?
Bueno, tengo entendido que usted fue a una entrevista a Globovisión y se difundieron unas fotos en las que se veía que usted supuestamente había llegado con un montón de camionetas y bueno, después decidió llegar con Mérida.
Fíjate: Vladimir Villegas, que es una persona a quien yo respetaba, porque me he dado cuenta… Y después he preguntado: fue Globovisión con la mala intención. La productora del programa de Vladimir, cuando yo estaba saliendo, tomó una foto con una cantidad de camionetas que habían al frente, que sus propietarios eran los dueños de Globovisión.
Había un tipo que era candidato a la gobernación del estado Sucre, también de oposición. Y cargaban unas camionetas nuevas, del año. Que de paso, ese no es ningún problema. Yo mandé a comprar también unos carros nuevos. Pero bueno, fui con mi camioneta, que era año 2005 y me tiraron ese palo, diciendo que yo había llegado como con cinco camionetas blindadas, con veinte escoltas y no sé qué cosa. “Y miren a Lacava, este es un corrupto”.
Entonces después cuando yo les llegué en burro, y Vladimir Villegas armó ese show y me empezó a decir una cantidad de cosas con el programa.
Por último, ¿qué tiene más valor para usted? ¿en dónde reside más valor, en la pobreza o en la riqueza? ¿Qué debe buscar un Gobierno, que los ciudadanos sean ricos o no?
Yo creo que lo que debe fomentar el Gobierno es una equitativa distribución de la riqueza. O sea, yo no me opongo a que se genere riqueza, porque si no se genera usted no la puede distribuir. Y los mecanismos que tiene el Estado para distribuirla están en las leyes. Para poder compensar las debilidades en los sectores.
Para eso es que tiene que existir la gratuidad en la educación, en la salud. Las condiciones mínimas para los sectores más vulnerables en cuanto a la alimentación, la protección policial, seguridad. O sea, una cantidad de cosas que el Estado las puede generar a través de una equitativa distribución.
Lo que no creo es en una acumulación de capital exagerada, que ha sido una de las más grandes causantes de la pobreza en el mundo y de la injusticia en el mundo.