El domingo 1 de julio los ciudadanos mexicanos podrán elegir a quién llevará las riendas del país hasta el 2024. El próximo líder tendrá seis años para guiar lo que podría ser el avance o el retroceso de toda una nación, y aunque hay un claro favorito en las encuestas, la decisión aún no está tomada, ya que con cada voto reflexionado se podría conseguir el cambio del país.
“Hay dos proyectos muy distintos en pugna: por un lado está el de perfeccionar lo que ya tenemos que es la modernización, y por el otro, uno de retroceso institucional, cuando están tan claras las opciones es indispensable decidir”, explicó el analista y profesor universitario, Gerardo Garibay.
Sin embargo, cuando la amenaza a la libertad es tan alta, es necesario ir más allá, entender y conocer lo que ofrece cada candidato para luego analizar, reflexionar y elegir a la mejor opción.
Jaime Rodríguez “El Bronco”
Empezando por el que menor posibilidades tiene de ganar, con apenas un 3% de la intención de voto, se encuentra el candidato independiente “El Bronco”, quien ha tratado de protagonizar la campaña presidencial por sus ocurrencias.
Su principal y más polémica propuesta de campaña ha sido la de cortarle la mano a los políticos corruptos; sin embargo, otras promesas relevantes de este candidato han sido: acabar con el asistencialismo gubernamenntal y aumentar el salario mínimo, “aunque nunca ha dejado cllaro si pretende hacerlo a través de un decreto o elevando la productividad”, señaló Garibay.
De acuerdo al también editor de Wellington.mx, columnista en diversos medios y autor de los libros Sin medias tintas y López, Carter, Reagan; “El Bronco” se volvió popular entre los sectores de libre mercado, porque muchas de sus propuestas tenían que ver también con la reducción del tamaño del gobierno y del presupuesto de los partidos políticos.
Si Jaime Rodríguez llegara a ganar -aunque “tiene 0% de posibilidades”-, el Gobierno de México estaría repleto de “ocurrencias”, dijo el experto.
“A ‘El Bronco’ se le agradece su candor para decir las cosas, pero no trae una estructura sólida de Gobierno detrás de él. Lo que hemos visto en Nuevo León (estado norteño del que es gobernador), es igual, un gobierno que tiene algunas buenas ocurrencias mezcladas con otras malas ideas, y una mala aplicación de políticas públicas”, opinó.
José Antonio Meade
Meade es un político que aunque no había sido parte del partido político oficialista en el pasado, se ha convertido precisamente en la opción de la continuidad, lo que lo ha perjudicado, porque arrastra el descrédito del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y la baja popularidad del actual presidente del país, Enrique Peña Nieto.
Las principales propuestas del tercero en las encuestas (con 19% de intención de voto) son la de mantener el rumbo de la macroeconomía y la de crear un sistema asistencial personalizado, en vez de estandarizado con un registro nacional de las necesidades individuales.
Un Gobierno con Meade sería “esencialemente igual al actual. Continuaría la modernización de las instituciones, las reformas estructurales y, probablemente, tendríamos un gobierno mucho más efectivo en términos de comunicación y liderazgo, porque Meade es más talentoso para eso que Peña Nieto y tiene hasta el momento una imagen limpia”,comentó el analista.
Ricardo Anaya
Con 27% de la intención de voto, el conservador Ricardo Anaya se ubica como el segundo más probable en alcanzar la presidencia de México.
“Es una persona extremadamente talentosa (… ) que aparentemente hace bien todo, pero que no genera empatía, por eso le dicen el androide”, djio Garibay, resaltando que además de esto, otra razón por la que no ha logrado permanecer como favorito en las encuestas es debido a las acusaciones de lavado de dinero en su contra y por la alianza disímbola entre el partido tradicional de derecha (Partido Acción Nacional) y el de izquierda (Partido de la Revolución Democrática)
Durante su campaña, Anaya se ha presentado como el candidato del futuro y ha prometido juzgar al actual mandatario mexicano, aumentar el número de agentes de seguridad y fijar un ingreso básico mensual, con el que pretende darle una cantidad mensual a todas las personas para reducir la pobreza y la corrupción que provoca la entrega discrecional de los programas sociales.
Con Anaya, México se perfilaría como “un país que le apuesta más a políticas social demócratas tipo europeo o canadiense, como un país que quizás lograría avanzar en el combate a la corrupción, pero que también enfrentaría un bloqueo del Congreso, porque sería prácticamente imposible que tuviese mayoría allí también”, opinó el experto.
Andrés Manuel López Obrador (AMLO)
Para Garibay, el izquierdista que lidera las encuestas con el 51% en preferencia de votos, es el político más tradicional de la contienda, que a pesar de ser “una persona muy limitada en términos argumentales”, ha sabido salir adelante por su equipo creativo y comunicacional.
Las principales propuestas de campaña de AMLO son: combatir la corrupción, “aunque no ha dejado claro cómo”; cancelar las reformas estructurales (educativas, fiscales, enerdéticas, laborales, entre otras); desincentivar las importaciones y crear un supuesto sistema de autonomía alimentaria.
“Se ve en un escenario de retroceso, ahora este retroceso puede ser el catastrófico, como en el caso de Venezuela, o puede ser un retroceso mucho más moderado”, advirtió destacando la posibilidad de que la victoria de AMLO pueda significar un incremento en la polarización del país y de la corrupción gubernamenal.
“Reflexionemos el voto, votemos con la cabeza y no con el hígado. Tendremos que estar atentos para elegir a la opción menos mala”, dijo Garibay en un mensaje final a los electores antes del gran evento.